Hay una guerra por la preponderancia informativa en Venezuela. Las noticias sobre la Ley Habilitante, que da poderes especiales al Gobierno de Hugo Chávez, se han convertido en un buen ejemplo de ello. Los medios afines al chavismo y aquellos que critican sus políticas, tanto dentro como fuera del país, se enzarzan una y otra vez por hacer prevalecer sus opiniones, y los motores de búsqueda de noticias como Google o Yahoo son el escenario elegido.La saturación de notas por ambas partes es palpable. Sin embargo, las nuevas leyes para regular el flujo de noticias en Internet pueden dar una ventaja definitiva al chavismo, al menos dentro del país, de manera similar a lo que ocurre en Cuba. Hay una guerra por la preponderancia informativa en Venezuela. Las noticias sobre la Ley Habilitante, que da poderes especiales al Gobierno de Hugo Chávez, se han convertido en un buen ejemplo de ello. Los medios afines al chavismo y aquellos que critican sus políticas, tanto dentro como fuera del país, se enzarzan una y otra vez por hacer prevalecer sus opiniones, y los motores de búsqueda de noticias como Google o Yahoo son el escenario elegido. La saturación de notas por ambas partes es palpable. Sin embargo, las nuevas leyes para regular el flujo de noticias en Internet pueden dar una ventaja definitiva al chavismo, al menos dentro del país, de manera similar a lo que ocurre en Cuba.
Las últimas medidas adoptadas por el presidente venezolano, Hugo Chávez, han estado marcadas por una polémica que traspasa fronteras. La puesta en marcha de la Ley Habilitante, así como la aprobación de dos leyes que han sido tildadas como agresivas con los medios de comunicación privados, han alimentado la polémica sobre una presunta falta de democracia en el país. Ante tal beligerancia de opiniones, los medios chavistas han sabido inundar la Red con opiniones favorables a las medidas.
Medios como la cadena televisiva TeleSurtv, Radio Nacional de Venezuela, Venezolana de Televisión, la cubana Prensa Latina, la Agencia Venezolana de Noticias o la muy radical Aporrea parecen haber asumido su papel de combatientes en mitad de múltiples batallas. Solo hay que echar un vistazo a las noticias del día para encontrar titulares como “Con Leyes Habilitantes Presidente Chávez ha impulsado la justicia social”, publicado por RNV, o “Caraqueños afirman que oposición desconoce Ley Habilitante porque odia al pueblo”, de la Agencia Venezolana de Noticias.
Del otro lado de la trinchera El Universal, TalCualDigital.com, Analitica.com, El Nacional, Noticias24.com y un gran número de medios de países latinoamericanos, así como dede España la Corporación Prisa, intentan contrarrestar dichos titulares con una batería de noticias de tinte contrario. De esta forma, pueden leerse cuestiones como “Esta es una forma creativa de justificar la autocracia”, de El País (diario colombiano), o “Venezuela: Del populismo al gorilismo”, de Analitica.com.
Pese a que mucha gente sigue utilizando los medios habituales, la entrada en las páginas de sus diarios afines, para informarse, lo cierto es que los motores de búsqueda, sobre todo cuando el lector necesita de una información más detallada, se han convertido en una herramienta esencial. La estrategia de Google o Yahoo, los motores de búsqueda más potentes del mundo, estableciendo una pestaña dedicada a reproducir noticias de medios de todo el mundo, son un síntoma de que la manera de informase está cambiando.
En este contexto, lo que sucede en Venezuela es un paradigma de doble filo. Ante cada controversia generada por las acciones del presidente Hugo Chávez, la Red sufre una inundación de noticias tratando el mismo tema que, con cada asunto, nunca bajan de 1.500. Ante tal volumen de notas, uno esperaría encontrar cierta división de opiniones. Sin embargo, no es del todo así.
En esta guerra, el sistema parece sencillo y los métodos periodísticos también. Se trata de saber quien genera más noticias, quien es capaz de regar de tal manera la Red que convierta en prácticamente invisibles las noticias del prójimo. Se trata de minimizar, de una manera o de otra, la capacidad de impacto de los medios contrarios. En este caso, la capacidad informativa del chavismo, al menos su capacidad de insistencia, parece ilimitada. Con el control de los medios estatales y el apoyo de la prensa más afín a la izquierda, solo hay que realizar un sondeo en cualquier buscador de noticias de internet para darse cuenta de que los medios favorables al chavismo han tomado ventaja.
¿En que consiste en estos momentos la batalla? Según todas las previsiones, el Gobierno de Venezuela aprobará hoy la Ley Habilitante, que otorga al presidente Hugo Chávez poderes especiales para gobernar por decreto. La justificación para aprobar una medida tan extraordinaria, que sin embargo ha sido otorgada al presidente en tres ocasiones anteriores en sus 12 años de mandato, son las lluvias incesantes que han provocado que 135.000 venezolanos hayan perdido su vivienda.
Según las últimas noticias, Chávez tiene ya preparadas 20 nuevas leyes que promulgará en cuanto reciba los nuevos poderes. Si uno es bien pensante, revisa cuales son sus intenciones al solicitar la Habilitante y observa el texto que será aprobado, podrá ver que las leyes que pretende sancionar tienen que ver con el poder de legislar en infraestructuras, transporte y servicios públicos, el ámbito de la vivienda y hábitat, la ordenación territorial, el desarrollo integral y del uso de la tierra urbana y rural, el ámbito financiero y tributario, de la seguridad y defensa integral, en el ámbito de la seguridad ciudadana y jurídica, de la cooperación internacional y en el ámbito del sistema socioeconómico de la Nación.
Pese a la insistencia de los medios afines en asegurar que este es el verdadero objetivo de la Habilitante, en la trinchera de enfrente pueden leerse opiniones diferentes. Para ellos, así como para los miembros de la oposición política, la aprobación repentina de una medida tan excepcional, que exime al presidente de contar con la opinión del Parlamento, tiene un carácter antidemocrático.
Dichos medios alegan que lo que en realidad busca la Habilitante es burlar las elecciones celebradas el 26 de Septiembre, en las que los partidos del Gobierno perdieron la mayoría absoluta con la que contaban hasta entonces. Dicha mayoría estará vigente hasta que los nuevos diputados asuman sus cargos, el 5 de enero de 2011, por lo que al Gobierno apenas le restan 20 días de mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. La aprobación de la Habilitante, que tendrá una vigencia de 1 año, anula la posibilidad de la oposición de influir en la política del Gobierno.
La lucha mediática está cargada, por lo tanto, de intereses partidistas, como también lo está de intereses económicos. Los medios que pertenecen al Estado no deben justificar, desde un punto de vista realista, una tendencia tan marcada a apoyar las medidas del Gobierno. Sin embargo, el acoso a los medios de oposición es palpable y deben ser comedidos, aquellos que operan desde Venezuela, para no molestar al Gobierno en exceso o saltarse una mínima norma que los acerque en la picota. Venezuela, con sus diferencias claras, se parece cada vez más a Cuba, donde no hay medios independientes y los “bloggeros” deben cuidar sus palabras. Esto es información, no está basado en la suposición.
Un día antes de que la Asamblea Nacional de Venezuela diera curso a la Ley Habilitante, el Gobierno del presidente Hugo Chávez aprobó dos controvertidos decretos-leyes. Para empezar ha asegurado su control sobre el flujo de información en Internet y los medios de comunicación con una Ley de Reforma de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones (Ley Mordaza) y la Ley de Reforma de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte). La decisión del mandatario parece haber confirmado los temores de la oposición.
La controvertida Ley Resorte, que la oposición y los medios privados han criticado por considerar que se trata de un modo de sustraer y amenazar la libertad de expresión, así como la Ley Moradaza, también criticada porque cuenta con la posibilidad de censurar medios digitales y es un precedente peligroso, según los críticos, que acerca Venezuela a países como China, fueron aprobadas por la Asamblea Nacional.
La oposición ha denunciado la «ambigüedad» en los textos. La Ley Mordaza prevé que los medios de comunicación privados puedan convertirse o ser declarados “servicio de interés público», y que requerirán de la habilitación de la estatal Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) para operar. Los medios que en cualquier soporte difundan mensajes que «promuevan el odio y la intolerancia», inciten al delito, caigan en manipulaciones mediáticas «dirigidas a fomentar zozobra» o «inciten al homicidio» serán objeto de sanciones.
Quien sabe si estas nuevas medidas ayudarán al chavismo a alcanzar una preponderancia aun mayor de la que ha logrado en la Red por medio de la mera insistencia informativa. En cualquier caso, como ya le ha ocurrido a Cuba, Chávez tiene en su contra a los medios más importantes del mundo. En una época marcada por la información televisada, son muchos los que opinan que su imagen es más similar a la de un dictador que a la de un demócrata. Si la guerra en internet tiene visos de acabar bien para el mandatario venezolano, es difícil augurar algo similar en lo televisivo.