Los síntomas, más que evidentes, de recuperación de las economías latinoamericanas, colocan a algunos de los países del subcontiente en una situación privilegiada en comparación con la mayoría de las naciones europeas. En Colombia, el flujo de inversión extranjera directa comienza a recuperarse, con un aumento del 14% en los cinco primeros meses del año. En Chile, los mercados parecen haber encadenado una potente racha alcista, cuya continuidad ha propiciado la decisión de Moody´s de aumentar el rating de la deuda. Además, la recuperación de México se ha visto impulsada por las buenas previsiones económicas estadounidenses. Los síntomas, más que evidentes, de recuperación de las economías latinoamericanas, colocan a algunos de los países del subcontiente en una situación privilegiada en comparación con la mayoría de las naciones europeas. En Colombia, el flujo de inversión extranjera directa comienza a recuperarse, con un aumento del 14% en los cinco primeros meses del año. En Chile, los mercados parecen haber encadenado una potente racha alcista, cuya continuidad ha propiciado la decisión de Moody´s de aumentar el rating de la deuda. Además, la recuperación de México se ha visto impulsada por las buenas previsiones económicas estadounidenses.
Los analistas colombianos prevén que el flujo de inversión extranjera directa se recupere este año del varapalo del 2009. En los cinco primeros meses del ejercicio en curso, la cifra ha aumentado un 14% respecto al mismo período del año anterior, circunstancia que refuerza la confianza.
Colombia recibió 3.680 millones de dólares (2.989 millones de euros) en inversión extranjera directa (IED) en los cinco primeros meses del presente ejercicio, lo que representa un 14% sobre los 3.220 millones de dólares (2.616 millones de euros) del período equivalente del año pasado, según informó el Banco Central del país.
El indicador que mide el volumen de capitales internacionales invertidos en la economía colombiana continuó en alza en el primer trimestre del 2010, lo que confirma la tendencia que se inició en el último período del año anterior. Aunque en enero de ejercicio en curso la IED se redujo un 12,7%, en los meses siguientes retomó la tendencia alcista subiendo un 17,6% en febrero, un 16% en marzo y un 4,2% en abril.
El hecho de que algunas economías, como la estadounidense, hayan empezado a mostrar síntomas de recuperación económica es uno de los factores que impulsan la IED de América Latina.
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo colombiano prevé que en este año se pueda llegar a cifras de 10.000 millones de dólares (8.124 millones de euros). Es una cifra inferior a las de 2008 pero superior a las de 2009. El guarismo demuestra la confirmación de una tendencia consolidada, pese a la crisis económica global.
En los primeros tiempos de Álvaro Uribe, a punto de concluir tras un segundo mandato, los flujos de IED no llegaban a los 2.000 millones de dólares (1.624 millones de euros) anuales por término medio. Esto supone que se ha multiplicado por cinco. La IED en petróleo puede llegar a los 3.500 millones de dólares (2.843 millones de euros), lo que representa casi un tercio del IED previsto, debido a los compromisos de inversión de las petroleras.
El flujo de inversión extranjera directa es uno de los mecanismos más relevantes dentro del contexto internacional. Tiene el potencial de generar empleo, aumentar los niveles de productividad, incentivar las exportaciones, la adquisición de tecnología y el crecimiento. Ayuda por lo tanto al desarrollo de los países en crecimiento y a mejorar el poder de compra de sus habitantes.
Y probablemente este maná también tendrá una presencia creciente en Chile. Allí, las agencias de ‘rating’ propician otro nuevo ‘rally’ en la Bolsa. Los mercados chilenos parecen haber encadenado una potente racha alcista, cuya continuidad ha propiciado la decisión de Moody´s de aumentar el rating del Tesoro chileno.
Moody´s trasladó las calificaciones de solvencia de los bonos chilenos a una puntuación que está a sólo tres pasos de la nota máxima, la triple A. Esta decisión de los expertos de la agencia ratifica la confianza de los analistas en las grandes posibilidades del país de dejar atrás las consecuencias derivadas de los movimientos sísmicos que azotaron el azotaron hace apenas cuatro meses.
Y aún hay más noticias positivas. Esta semana, el Banco Central anunció que espera un aumento en la demanda interna para este año, ya que el consumo se mantiene fuerte a pesar del terremoto. Por eso ha optado por aumentar los tipos de interés,
Pero, a pesar de que el Banco Central elevara la tasa referencial por encima de los esperados 50 puntos básicos, hasta el 1% (mientras que sólo se preveían incremento de un cuarto de punto porcentual), los bancos y los minoristas restaron importancia a esta decisión. Consideran que este aumento mantiene todavía el carácter expansivo de la política monetaria y que no hay peligro de colapso.
Y en cuanto a México, su recuperación se ha visto impulsada por las buenas previsiones económicas estadounidenses. La salud del tejido productivo estadounidense beneficia más a México que la economía global en su conjunto. Tal como declaró Jaime Aguilera, jefe de estrategia de equidad para la unidad local de HSBC, a Dow Jones, la recuperación económica de México se ve favorecida por las exportaciones más vinculadas al sector industrial del vecino norteamericano que por la economía en general.
Esa circunstancia ha beneficiado en las últimas semanas a la Bolsa mexicana que parece haber entrado en una tendencia de signo alcista como consecuencia de las ganancias de la producción industrial estadounidense, sin que, por ahora, los síntomas negativos, como la caída en la construcción de viviendas se hayan convertido en un lastre.
Según los últimos datos de la Reserva Federal de los EE UU la producción industrial aumentó un 1,2%, y superó las previsiones iniciales de mercado, situadas en un 1%. El uso de la capacidad industrial llegó al 74,7%, por encima de los pronósticos que auguraban dos puntos porcentuales menos.
La mejora de EEUU también se refleja en la evolución de la industria azteca, cuyo rendimiento se ha incrementado un 8% durante el pasado mes de abril, en comparación al mismo período del año anterior, impulsada por el crecimiento de sectores manufactureros. Las actividades que más han mostrado mejorías han sido la fabricación de piezas de vehículos, con un crecimiento del 70%, y la producción de bienes de consumo, cuyas importaciones se han visto beneficiadas por el aumento de la demanda en EEUU, su principal socio comercial.