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El Gobierno de Cristina Fernández ignora las recomendaciones del organismo económico internacional

Argentina vuelve a retar al FMI

El ministro de Economía argentino, Amado Boudou, sigue en sus trece y ha decidido ignorar las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El político, uno de los hombres de confianza de la presidenta Cristina Fernández, ha asegurado que la metodología usada por el organismo en su evaluación de la economía del país y para diseñar un nuevo índice que mida la inflación, es simplista y no sirve para ningún propósito útil. El ministro de Economía argentino, Amado Boudou, sigue en sus trece y ha decidido ignorar las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional(FMI). El político, uno de los hombres de confianza de la presidenta Cristina Fernández, ha asegurado que la metodología usada por el organismo en su evaluación de la economía del país y para diseñar un nuevo índice que mida la inflación, es simplista y no sirve para ningún propósito útil.

En referencia a los datos de la infación argentina, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), señaló que los precios subieron un 0,8% durante el mes de marzo. Sin embargo, las estimaciones de los analistas se ubicaron entre un 2 y 2,5%, una cifra que casi triplica los resultados oficiales. A principios de este mes, técnicos del FMI visitaron Argentina con el objetivo de asesorar al país para el diseño de un nuevo índice nacional de inflación. No obstante, Amado Boudou, ministro de Economía del país, recibió las conclusiones y recomendaciones del grupo, pero no informó a sus compañeros de las medidas a llevar a cabo.

El grupo de trabajo de Boudou no sabe si el ministro está ocultando información o si el informe que recibió del FMI le pareció tan poco relevante que decidió hacer caso omiso a las soluciones que le aportaba. Al parecer, según especialistas de este grupo, dudan de que el Gobierno tenga voluntad real de cambiar los números de la inflación, para hacerlos creíbles.

El FMI ha hecho sonar todas las alarmas en la economía argentina. Desde el lunes, varios informes de este organismo internacional han sacudido las esferas financieras del país. Primero fue una investigación llevada a cabo por Joerg Decressin, director del departamento de Investigaciones del FMI. Allí se señaló que Argentina era uno de los países con mayores posibilidades de “sobrecalentamiento” de su economía.

Según advirtió Nicolás Eyzaguirre, director del FMI para el hemisferio occidental, identificó el aumento de la inflación regional, de los déficits de cuenta corriente y del crédito como los principales síntomas de sobrecalentamiento en la región, cuando las expectativas de crecimiento para América Latina y el Caribe casi duplican las expectativas para las economías avanzadas en 2011 y 2012, de 2,4% y 2,6% respectivamente, pero se mantienen por debajo del aumento previsto para el total de economías emergentes, encabezadas por China e India, de 6,5% para ambos años, muy cerca de las previsiones para Argentina de este año del 6%.

Por su parte, los empleados del INDEC enrolados en ATE realizaron hoy un nuevo acto en la puerta del organismo en repudio a la metodología con la que se calcula la inflación desde enero de 2007. Nicolás Eyzaguirre, director del departamento del hemisferio Occidental del FMI, destacó que la acelerada inflación en Argentina si no se detiene podría acarrear un ajuste fiscal y un aumento del desempleo del 7,7% al 9%.

Por lo que, para la próxima asamblea, que se desarrollará el 24 de septiembre, tiene que verse alguna evolución, de la que el grupo técnico del FMI pueda dar cuenta, algún dato que le de sentido al hecho de haber establecido una colaboración solicitada por el Gobierno.

Las estadísticas oficiales de inflación argentinas han sido muy cuestionadas por analistas privados desde enero de 2007, cuando se introdujeron cambios metodológicos en la medición, lo que se atribuye al supuesto intento de manipular las cifras a la baja. Para 2011, el gobierno argentino prevé que la inflación será del 8,9%, mientras que consultores privados pronostican que el alza será cercana al 30%.

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