Las fuerzas de seguridad venezolanas se han hecho con el control de la sede del partido opositor Acción Democrática en el estado de Carabobo, en cumplimiento de la orden judicial que modificó la cúpula de esta formación y que su líder, Henry Ramos Allup, no reconoce.
La disputa se remonta a la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que descabezó a la cúpula de Acción Democrática para poner al frente a Bernabé Gutiérrez, considerado afín a las tesis chavistas, en un momento clave por el debate abierto sobre la participación en las elecciones parlamentarias de diciembre.
Gutiérrez decidió cambiar al líder de Carabobo para designar a Winston González, quien se ha proclamado como el único representante válido del partido en esta zona. La polémica ha derivado este martes en la toma de la sede regional, en presencia del propio González.
Ramos Allup ha denunciado en su cuenta de Twitter esta irrupción, con los policías «escoltando un alacrán auto designado secretario general de AD en Carabobo». «Desalojan violentanente legítimas autoridades partidistas y amenazan con apresarlas», ha señalado.
El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, también ha condenado los hechos en redes sociales: «Han intentado de todo y esto es lo que le queda a la dictadura para tratar de quebrar a los partidos de la unidad con el secuestro armado de sus sedes».
«Solo unidos y luchando lograremos condiciones para una solución a la tragedia», ha agregado el autoproclamado ‘presidente encargado’ de Venzuela, quien en estos últimos días ha tratado sin éxito de forjar un frente común frente a la supuesta «farsa» electoral.
Guaidó también ha descrito como una «trampa» el indulto de un centenar de presos decretado el jueves por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y que ha permitido la excarcelación de diputados opositores. Según el jefe de la Asamblea Nacional, Maduro pretende «legitimar» sus «maniobras» de persecución de la oposición.
