Fernández, con varias causas judiciales pendientes, se enfrenta en esta caso a las anotaciones que llevaba el chófer Óscar Centeno y en los que daba cuentas de una trama de sobornos a cambio de obras públicas presuntamente liderada por el matrimonio Kirchner.
El caso se remonta a 2018 y, en él, se señala a la expresidenta como jefa de una asociación ilícita y como coautora de 27 casos de cohecho pasivo, razón por la cual pesa sobre ella un embargo de 1.500 millones de pesos. Desde el año 2019, está pendiente del inicio de juicio oral.
La Cámara Federal de Casación ya se había pronunciado en contra de la orden de prisión preventiva dictada inicialmente sobre la acusada, pero este miércoles ha rechazado sus aspiraciones de anular la causa y, por dos votos a uno, dejó en firme el procesamiento, según el diario ‘La Nación’.
Cristina Fernández siempre ha defendido su inocencia tanto en ésta como en otras investigaciones, alegando que es víctima de una persecución política por parte de personas que vincula al expresidente Mauricio Macri, que le sucedió en diciembre de 2015 en la jefatura de Estado.