El autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, Juan Guaidó, ha avisado al Gobierno de Nicolás Maduro de que «vienen más medidas contra la dictadura», tras la decisión de Estados Unidos de imputar al mandatario venezolano y a otros dirigentes ‘chavistas’ por «narcoterrorismo».
Guaidó ha explicado en una entrevista concedida al portal de noticias La Gran Aldea que lo que está en marcha es «una estrategia general articulada con los aliados internacionales» de la oposición venezolana.
El titular de la Asamblea Nacional ha indicado que hasta ahora se han priorizado «las opciones que generan estabilidad, gobernabilidad y una transición ordenada», tales como la ‘hoja de ruta’ propuesta por Estados Unidos para una «transición democrática» en Venezuela.
A este respecto, Guaidó ha insistido en que es la misma propuesta que la delegación opositora planteó al ‘chavismo’ durante el proceso de Oslo y Barbados de 2019, que consiste en que tanto él como Maduro se aparten para dar paso a un gobierno de transición que guíe al país hacia unas elecciones «creíbles».
Maduro ya ha rechazado tajantemente la idea estadounidense, si bien Guaidó ha subrayado que «ya hemos quemado la etapa de apelar a la buena fe de la dictadura», subrayando que se dirigen a un sector más amplio, incluso dentro del ‘chavismo’. «Esta es una apelación a las capacidades del pueblo y del mundo», ha recalcado.
Así las cosas, ha reiterado que «vamos a escalar a donde sea necesario para lograr la libertad de nuestro país». «Venezuela ya está pagando un costo social altísimo, sin precedentes, que nos coloca a la vera de una catástrofe no imaginada», ha dicho, enfatizando que «todas las opciones tienen que contemplarse». «No estamos jugando», ha remachado.
Guaidó ha descartado sin embargo un nuevo diálogo con el Gobierno, en respuesta a la vía planteada por algunos opositores, entre ellos Henrique Capriles. En su opinión es un «error de arranque» porque supone «hacerle un favor la dictadura» al «equiparar su carga y responsabilidad con el Gobierno encargado». «Son 20 años de corrupción, abusos, persecuciones», ha señalado.
Interrogado sobre el balance que hace de su primer año como «presidente encargado», se ha mostrado «satisfecho» porque ha recabado «apoyos fundamentales dentro y fuera del país» y ha logrado «acorralar a la dictadura», aunque también se ha declarado «insatisfecho» porque no ha conseguido echar a Maduro de Miraflores. «No hemos concretado el esfuerzo y se ha prolongado el sufrimiento de nuestra gente», ha lamentado.