Perú afrontó una crisis política y social que se detonó tras la aprobación de la vacancia del expresidente Martín Vizcarra por el Congreso de la República, este hecho sucedió en medio de una pandemia, que al momento se ha cobrado la vida de más de 35 mil peruanos y ha ocasionado una de las caídas más fuertes de la historia en su economía.
Con el nombramiento de Francisco Sagasti, del partido Morado, centro republicano radical, Perú busca volver a la normalidad institucional. El actual mandatario es militante y fundador del Partido Morado, que en su momento había oficializado su pre candidatura a la vice presidencia en fórmula con Julio Guzmán.
Sagasti desempeñó cargos en el gobierno de Juan Velasco Alvarado, en el de Francisco Morales Bermúdez y en el primer gobierno de Alan García Pérez, y fue alto ejecutivo del Banco Mundial. Juró como presidente transitorio de la República tras ser elegido por el congreso ante la dimisión del expresidente Manuel Merino, que fue presidente de la República del Perú del 10 al 15 de noviembre de 2020, desde la declaración de vacancia por «incapacidad moral» aprobada por el Congreso de la República contra el entonces mandatario Martín Vizcarra, hasta su renuncia debido a las protestas en su contra y que dejó un saldo de dos personas fallecidas, más de un centenar de heridos, al igual que un gran número de manifestantes desaparecidos.
Una de sus primeras acciones de gobierno fue la de ordenar una reforma en la policía, nombrando un nuevo comandante y dando de baja a 15 generales, en rápida respuesta a la violenta represión durante el efímero gobierno anterior. «He adoptado la decisión de designar como nuevo comandante de la policía, al general César Augusto Cervantes», anunció Sagasti, mandatario de origen centrista, en un mensaje al país.
El presidente dijo que esta reforma busca darle «transparencia e integridad» a la Policía, en alusión a los presuntos actos de corrupción durante la pandemia. Cervantes reemplaza al general Orlando Velazco quien estaba en el mando de la Policía desde el 7 de agosto, a pesar de no haber sido responsabilizado por la represión de las protestas contra Merino debido a que gozaba de licencia por enfermedad, además el actual presidente nombró como viceministro de Orden Interno a Carlos León en reemplazo de Esteban Saavedra, quien desempeñaba ese cargo desde 2018; a Rubén Vargas, como Ministro del Interior, dependencia de la cual depende la policía federal, y como secretaria general del Ministerio del Interior (que estaba vacante) a Kirlas Echegaray, estamentos de competencia con la policía federal. Acción que remarca el flamante Ministro del Interior Rubén Vargas, quien afirmó “Queremos una policía que siga defendiendo la democracia, los derechos fundamentales, que nos devuelva la seguridad y las garantías”. Vargas, encabezará, además, una comisión dispuesta por Sagasti, que recomendará en un lapso de dos meses acciones para modernizar y fortalecer la policía federal, con el objetivo de “conectar a la policía con la ciudadania”.
Como ejemplo concreto se ha iniciado una investigación administrativa, que puede alcanzar a generales y otros oficiales, tras la muerte de dos jóvenes manifestantes por la represión en Lima, el 14 de noviembre, vale recordar que la fiscalía abrió hace una semana una investigación penal preliminar contra Merino y dos de sus ministros por la represión, que puede alcanzar a demás funcionarios y policías de mayor o menor grado.
Una misión de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos visitó Lima para obtener información sobre la represión policial, por otro lado Sagasti anunció la designación de «gerentes públicos» civiles en tareas de administración en la Policía, en medio de sospechas de corrupción en la adquisición de implementos de bioseguridad en el marco de la pandemia del coronavirus.
El presidente transitorio sera el responsable de la conducción del país por aproximadamente 8 meses, poco tiempo es el que tendrá para generar grandes cambios; sin embargo, hay objetivos importantes por cumplir que deben continuar su curso.
El primero, Gobernabilidad y conseguir el respaldo del Congreso, en los últimos cuatro años el Legislativo y el Ejecutivo tuvieron un mar de desencuentros, desde el intento del Legislativo de dos procesos de vacancia contra Pedro Pablo Kuczynsky, el primero llevado a cabo en diciembre del 2017 y que no logró la remoción del presidente por no llegar al número mínimo de votos requeridos por ley -87- quedando rechazada y el segundo en marzo del 2018 el Congreso volvió a aprobar la moción para el debate sobre el pedido de vacancia siendo esta vez por “incapacidad moral”. Kuczynski renunció antes que la medida fuese votada por el Congreso el que repitió esta fórmula exitosamente por estos tiempos con el ahora ex mandatario Martín Vizcarra.
Analistas sostienen que Sagasti tiene características conciliadoras ya que al momento nadie afirma cual sera la actitud del Congreso, si de confrontación, como hasta los últimos tiempos, o buscará conciliar, menuda tarea enfrentara el actual presidente.
Otro de los temas conflictivos es la activación de la economía ya que sectores económicos fundamentales se han paralizado por la presencia del covid-19, a pesar de que el gobierno recientemente haya ordenada la reapertura de actividades laborales de manera gradual, lamentablemente millones de peruanos perdieron su empleo por la crisis sanitaria.
Ante tal situación es prioritario que el gobierno logre el control total de la pandemia, evitando con todas las medidas a su alcance un segundo rebrote, que sin duda sera un durísimo golpe a la economía nacional. Las medidas a implementar serán fundamentales para inyectar confianza en los mercados nacionales e internacionales.
La lucha contra la pandemia es otro de los retos de más importancia, deberá garantizar la compra de las vacunas anti covid, vale recordar que varios países de la region ya han reservado partidas de laboratorios de China, Rusia, Inglaterra y Estados Unidos.
Al momento Sagasti deberá, aún sin contar con la vacuna, no solo continuar con las políticas sanitarias para frenar los contagios sino potenciarlos, como sucede en la mayor parte del mundo los ciudadanos han poblado las calles masivamente por lo que aumenta exponencialmente el riesgo de incrementar la infección.
Vale destacar la opinión del doctor Juan Carlos Celis, reconocido infectólogo peruano «Hay que empoderar el primer nivel de atención porque hay muchas enfermedades que se han dejado de lado, no se han estado vacunando y para evitar el rebrote de otras enfermedades también se han estado descuidando otras patologías”.
Futuras elecciones, sin que existan campañas electorales serán difíciles de llevar a cabo, presente el covid-19 los riesgos de contagio se incrementan en concentraciones de personas, sumado a ello la crisis política y económica detona el proceso electoral. Situación que, sin dudas sera otro de los temas prioritarios que deberá asumir Sagasti, quien deberá garantizar el proceso. otorgándole el máximo soporte para su cumplimiento, recordemos que los comicios tienen fijada fecha para el 11 de abril siendo el traspaso de mando definido para el 28 de julio del proximo año.
Como se verá, menuda tarea afrontara Sagasti, solo es de esperar que con el objetivo puesto en el bienestar del pueblo peruano, nos demuestre que es un indiscutible ‘Piloto de Tormentas’.