Por primera vez en los Estados Unidos de América, las personas votantes de origen latinoamericano y caribeño serán la minoría más numerosa del electorado estadounidense con un 13,3 por ciento. Es la primera vez en que el voto latino supera al voto afroamericano. Se trata de 32 millones de personas, número que se asemeja a la población de Perú, que ha mostrado un impacto significativo en la contienda electoral.
Según el Centro de Investigaciones PEW -think tank- con sede en Washington DC que brinda información sobre problemática, actitudes y tendencias que caracterizan a EEUU y al resto del mundo, los votantes de origen latino y caribeño representa al 13,3% de los potenciales votantes. En EEUU, solamente pueden votar los ciudadanos, ya sea por nacimiento o por naturalización, mayores de 18 años de edad. Aproximadamente un cuarto de estos votantes adquirieron la ciudadanía, es decir son ciudadanos naturalizados, lo que les significa el último escalón en el proceso migratorio.
Vale destacar que el crecimiento de la población latinoamericana y caribeña no ha sido homogéneo, lo cual se explica por la situación migratoria, los años de residencia y la situación económica, factores determinantes que influyen en que una persona inmigrante opte por la naturalización, además reconocemos que las inclinaciones políticas de los hispanos en el país varían según el género, la generación, el país de origen -desde Chile hasta México, pasando por Nicaragua-, la religión y el tiempo que llevan en Estados Unidos, de acuerdo a varios estudios demográficos.
Sí es común en este grupo tan heterogéneo es que se trata del grupo étnico más joven del país y, según los primeros análisis, hubo una participación particularmente fuerte entre los latinos menores de 30 años.
La tendencia del conjunto del sufragio latino volvió a ser demócrata, de hecho, las encuestas recientes estiman que el 65% de los votantes de origen latinoamericano y caribeño tienen preferencias por el partido demócrata. Es decir, que hay un 35% que potencialmente apoyo la reelección de Donald Trump, estas diferencias en sus preferencias electorales tienen su explicación por su origen nacional o el de sus padres, el nivel de educación, su posición económica, su lugar geográfico de residencia, el género, como ejemplo se considera que el Presidente Trump cuenta con mayor apoyo entre los hombres que se identifican con la personalidad machista de Trump.
Como prueba a este análisis basta un botón. Los votantes latinos en Estados Unidos han sido decisivos en varios estados clave en las elecciones de este año, pero de manera opuesta el presidente saliente Donald Trump, venció en Florida gracias al apoyo de los cubanos, el mayor condado de Florida Miami Dade, fue determinante en la victoria republicana, pues a pesar de ser la región mas demócrata del Estado, la diferencia que logró Biden fue del 7,04 por ciento.
En 2016, Hillary Clinton había conseguido una ventaja de 30 puntos por encima de Donald Trump en este condado, mientras que el presidente electo Joe Biden, obtuvo Arizona, siendo los latinos, a diferencia de Florida, decisivos para la victoria del candidato demócrata en este feudo republicano, además de llegar a casi sorprender en Texas, gracias al respaldo de la comunidad hispana, en casi todo el territorio, menos en zonas fronterizas, vale reconocer que el estado texano rompió récords de participación con cientos de miles de nuevos votantes latinos, Trump perdió 3 puntos de la ventaja que había conseguido en la anterior elección.
En las grandes ciudades como Houston, Dallas, San Antonio y Austin, el votante latino optó votar por Biden, uno de los grupos que trabajó para ello fue el Jolt Texas, ayudando a que la participación del votante hispano joven creciera aproximadamente un 600 por ciento.
Pasando a limpio. De los estados con mayor presencia de población votante de origen latinoamericano y caribeño, su relevancia electoral es mayor en los estados de Arizona y Florida, donde su peso específico es mayor. Por ejemplo, el llamado «voto latino» es el 20% del total del electorado en Florida, donde hay mayor presencia de votantes de origen cubano y venezolano. En Arizona se estima que el 25% del electorado es latino, en su gran mayoría de origen mexicano.
Otros estados, ya están puestos en la mira de los políticos ya que los latinos y caribeños han crecido en número de habitantes por ejemplo New Hampshire, Michigan, Minnesota, Nevada, Wisconsin, Pennsylvania, Iowa y Ohio. Ya toman fuerza y estiman que serán preponderantes a futuro en Nebraska, Maine, Carolina del Norte, Georgia.
En las elecciones de 2020, las personas elegibles para votar de origen latinoamericano y caribeños, en Pennsylvania, Michigan y Wisconsin se aproximaron a 521.000, 261.000 y 183.000 respectivamente.
Importante es el impacto del voto latinoamericano y caribeño habida cuenta del sistema del colegio electoral para la elección presidencial, recordemos que en los EEUU el presidente no es elegido como resultado del voto popular, debido a que cada estado asigna un número de delegados que lo representan en el colegio electoral, el número de electores de cada estado se determina de acuerdo al número de senadores y representantes en el congreso federal, vale decir que en la mayoría de los estados el candidato vencedor suma el total de los electores, aunque la diferencia sea mínima. Este sistema termina acrecentando la importancia del voto minoritario en ciertos Estados, lo que explica la elección de Donald Trump en 2016 y de George Bush en 2000, pese a que perdieron el voto popular.
A tener en cuenta no hay dudas que los votantes de origen latinoamericano y caribeño seguirán siendo el grupo de minorías étnico-raciales más numeroso a futuro. Sin lugar a dudas esta situación se traducirá en un factor de poder que redundará en sus propios beneficios, por lo que seguramente negociarán en como influir en los procesos de toma de decisiones políticas que afecten sus vidas, y en el trampolín en la formación de líderes que puedan ser electos a cargos de elección popular, y designados en los gobiernos federal, estatales y locales para apoyar una agenda prioritaria sobre desarrollo e igualdad.
La única verdad es la realidad, estamos en presencia de que con el correr del tiempo la injerencia latina caribeña en la vida de lo EEUU será mas que significativa.