El Senado de Bolivia ha aprobado este miércoles la legislación que fija hasta el 18 de octubre la celebración de manera improrrogable de las próximas elecciones, como un paso más para intentar avanzar en los diálogos que pongan punto y final a la crisis política y social que vive el país desde que en las pasadas generales del 20 de noviembre el expresidente Evo Morales tuviera que renunciar a su triunfo por supuestas irregularidades.
El acuerdo se ha llevado a cabo gracias al consenso logrado entre las tres bancadas presentes en la cámara, el Movimiento al Socialismo (MAS) –que cuenta con 25 asientos de los 36–, el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y la Unidad Demócrata (UD).
Tras su visto bueno en la cámara alta, la norma deberá ahora lograr el beneplácito del Congreso de los Diputados, aunque el Gobierno de la presidenta interina, Jeanine Áñez, ya ha adelantado que la norma será sancionada en cuanto pase ese último filtro.
«Ya no hay ninguna razón para que existan los bloqueos, ya la ley señala que habrá elecciones hasta el 18 de octubre, entonces los movilizados no tienen por qué interrumpir y deben suspender las medidas de presión», ha dicho el ministro de la Presidencia, Yerko Nuñez, según ha publicado el periódico ‘El Deber’.
Desde hace poco más de una semana, varias vías de acceso a algunos puntos y lugares del país han sido bloqueadas por sindicatos, mineros y movimientos sociales como forma de protestar por la postergación de las elecciones para el 18 de octubre, después de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se retracta tras aprobar en un primer momento la celebración de los comicios para el 6 de septiembre.
Los partidarios de Morales han denunciado que se trata de una estrategia del nuevo oficialismo para evitar el triunfo y desgastar al candidato del MAS, Luis Arce, después de que partiera como máximo favorito en las encuestas de intención de voto celebradas antes de que estallase la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19.
Durante la sesión, el jefe del MAS en el Senado, Efraín Chambi, ha subrayado que con esta ley no solo se garantiza celebrar las elecciones en 2020, sino que también ampara a la Fiscalía de Bolivia para iniciar un proceso penal contra quien pretenda prorrogar el 18 de octubre como fecha última de las generales.
La situación en las calles de Bolivia se ha enconado en los últimos días debido a las infructuosas reuniones que los distintos actores sociales implicados han mantenido y a la cada vez mayor presencia de grupos contrarios a los manifestantes, que se han unido a las autoridades en los enfrentamientos.
Por su parte, Morales ha pedido en las últimas horas a sus simpatizantes una vez más que acepten el 18 de octubre como fecha para las elecciones generales y se ha preguntado «para qué estar peleando por una semana», después de que algunos de los manifestantes, entre ellos la Central Obrera Boliviana (COB)propusieran levantar los bloques a cambio de adelantar los comicios al día 11.
«Creo que no tiene sentido esta clase de planteamiento. Por dos semanas o tres no vamos a hacer problemas», ha señalado Morales en sus redes sociales, en donde también ha advertido a sus seguidores de que seguir con esta postura sólo beneficia al Gobierno de Áñez que «no quiere que se resuelvan los bloqueos» y así seguir culpando al MAS de la crisis.
Después del supuesto fraude electoral denunciado por la oposición tras su derrota en las elecciones del 20 de noviembre del año pasado, junto a las presiones de la Organización de Estados Americanos (OEA), Morales dimitió y se exilió –primero a México y luego a Argentina–, dando lugar a una ola de disturbios que se saldó con más de 30 muertos en enfrentamientos entre partidarios y detractores suyos y con las fuerzas de seguridad.
Los partidos acordaron repetir las elecciones el 3 de mayo pero tuvieron que ser aplazadas por el coronavirus. Ante la imposibilidad de fijar una nueva fecha, el Congreso –controlado por el MAS– señaló el 6 de septiembre, algo aceptado en un principio por el TSE, aunque no tanto por el Gobierno, que insistía en aplazar aún más los comicios. Finalmente, el órgano electoral cambió de opinión y los postergó al 18 de octubre, generando así el origen del nuevo conflicto.