El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha instado a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a redactar una propuesta legal que castigue con la cadena perpetua los crímenes de odio o aquellos especialmente «denigrantes».
En un mensaje a la nación leído por su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, Ortega ha planteado que «se aborden integralmente, de manera preventiva y penal, estos crímenes atroces, castigando severamente a los autores», según la emisora Radio Nicaragua.
El mandatario quiere que los jueces propongan una reforma que sería remitida a la Asamblea Nacional y que tendría por objetivo «penalizar con prisión a cadena perpetua a quienes cometan estos delitos tipificados como crímenes de odio, crueles, aberrantes, humillantes y denigrantes que no corresponden a la cultura nicaragüense», sin especificar cuáles.
«En nuestra Nicaragua bendita y siempre libre, promovemos y difundimos el respeto a la vida en todas sus formas y desde el vientre materno», ha dicho Murillo, alegando que la reforma que plantea el presidente es también «una justa demanda de la ciudadanía nicaragüense».
Murillo ha puesto como ejemplo de «crimen de odio» el reciente asesinato de dos hermanas de diez y doce años, así como los delitos que contravengan la «convivencia familiar», informa el diario ‘La Prensa’.