El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha entregado este lunes a tres menores de edad «en adecuadas condiciones de salud» al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el departamento de Arauca, en el noreste de Colombia, a pocas horas del día del Navidad, época del año en la que la guerrilla suele anunciar su ya tradicional tregua hasta final de año.
«Nos alegra que estos menores puedan volver a casa con sus familias», ha celebrado el CICR a través de un escueto comunicado en el que no ha precisado si los jóvenes habían sido reclutados o secuestrados. En ese sentido, el organismo tampoco ha precisado el nombre y las condiciones familiares de los muchachos al tratarse de menores de edad.
«Les recordamos a todas las partes del conflicto armado la obligación de respetar las normas humanitarias en toda circunstancia», ha insistido la jefa adjunta de la Delegación del CICR en Colombia, Mulan Giovanni, quien sí ha recordado la labor de intermediaria que la Cruz Roja ha estado realizando durante los últimos 50 años en el territorio colombiano y que ha significado la liberación de 1.784 personas por parte de los diferentes grupos armados que han operado en la región.
En época navideña, el ELN, tal y como ha apuntado el periódico colombiano ‘El Espectador’, acostumbra a anunciar una tregua hasta fin de año con motivo de las fiestas. Si bien también es cierto que este año la guerrilla no se ha pronunciado al respecto en este sentido.
Las negociaciones con el grupo armado han quedado estancadas desde que a principios de este año el presidente de Colombia, Iván Duque, tomara esta decisión tras el ataque con un coche bomba a una escuela de cadetes de la Policía en el departamento de Santander, en el que murieron 21 personas.
Duque ha reiterado que las condiciones para entablar negociaciones con la guerrilla pasan por la liberación de «todos» los secuestrados y el fin de los «actos criminales». Por ahora, ha confirmado que el Gobierno no ha entablado ningún contacto con el ELN, grupo con el que sí llegó a hablar su predecesor, Juan Manuel Santos.
Ese primer diálogo con el ELN comenzó en febrero de 2017, pero a su llegada a la Casa de Nariño, en agosto de 2018, Duque lo suspendió a la espera de que la guerrilla cesara su actividad criminal, pese a que una de las reivindicaciones de la sociedad colombiana que salió a las calles exigiendo reformas en el Gobierno fue la de sentarse a hablar con los distintos grupos armados en busca de una paz que se le resiste al país desde hace décadas.