«Una singularidad en estas elecciones es la polarización marcada que estamos viendo a partir de las diferentes encuestas, independientemente de por quién sean promovidas, y es la tendencia de esta polarización entre el ‘noboísmo’ y el ‘correísmo’ que durante varias semanas se han mostrado como los dos principales punteros (en las encuestas)», señaló a la Agencia Sputnik la politóloga Andrea Grijalva.
Entre los 16 candidatos presidenciales, los sondeos ubican como favoritos a Noboa, candidato por el movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) de centroderecha, y a Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana (RC), de izquierda.
Ambos candidatos protagonizaron el balotaje en las elecciones anticipadas de 2023, cuando Noboa se transformó con su victoria en el presidente más joven de la historia de Ecuador a sus 35 años.
Esas elecciones extraordinarias fueron las primeras con carácter anticipado realizadas en el país desde que se aprobó en 2008 la Constitución de Montecristi, donde se introdujo la llamada «muerte cruzada», una herramienta mediante la que el entonces presidente, Guillermo Lasso (2021-2023), disolvió la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) para esquivar su destitución en un juicio político y ordenó elecciones anticipadas.
Contra todo pronóstico, Noboa ganó en las urnas para completar el periodo restante de Lasso, por lo que podría aspirar al menos dos veces más por la Presidencia (en 2025 y en 2029), al no considerarse como una reelección.
El politólogo Náhuel Mendoza coincidió con Grijalva en que, más allá de la cantidad de candidatos, la particularidad de estas elecciones radica en la polarización, descrita por él como «un nuevo concepto de correísmo y anticorreísmo».
«Digo «nuevo» porque es un concepto que ha usado mucho la derecha para poder polarizar un poco el voto en las dos últimas elecciones (ganadas por Guillermo Lasso (2021) y Noboa (2023); no así lo que pasó con Lenín Moreno (presidente entre 2017 y 2021), que salió de la representatividad de Alianza PAIS, que era el partido de Correa», argumentó.
PROMESAS INCUMPLIDAS O MANDATO CORTO
Tanto Noboa como sus adeptos alegan el corto periodo que tuvo su Gobierno para poder cumplir con todas las promesas electorales, mientras que sus detractores afirman que el candidato incumplió con su plan para este periodo y lo acusan de mentir durante su campaña para ganar votos.
Grijalva, máster en Ciencias Políticas, considera que estos 18 meses de Noboa en la Presidencia fueron un periodo «sumamente corto» para poder administrar un país sumido en el caos, en la inseguridad, en lo político y lo institucional.
«En sí no es que ha podido avanzar y culminar como tal ese plan de gobierno que tenía, porque el periodo de tiempo es muy limitado. A veces hasta los cuatro años se quedan cortos para estas reformas profundas que el país necesita en el cambio, por ejemplo, de una nueva Constitución», aseveró.
A inicios de 2024, el presidente presentó el proyecto Plan Fénix, para aumentar el impuesto al valor agregado (IVA) del 12 al 15 por ciento y utilizar el dinero recaudado para el combate al narcotráfico y la delincuencia.
Esta iniciativa, criticada por la oposición, es celebrada por el Gobierno, que le adjudica la caída del 18 por ciento en los homicidios durante 2024 en comparación con el año anterior.
Mendoza, en tanto, señala que de las promesas «pomposas» de Noboa solo queda el recuerdo, dado que en 2024 se disparó la violencia, el desempleo, el problema de acceso a la salud con la falta de pagos a las prestadoras de servicios e incluso siguen sin cancelarse las deudas del Gobierno con las municipalidades e instituciones.
«Los recursos se han destinado para otro tipo de cosas, por ejemplo, en pagar deuda externa, (con la consiguiente falta de) inversión en lo social; de hecho, no hay inversión pública, lo cual ha llevado a un mayor desempleo y migración», afirmó.
El experto considera que el manejo del tema de seguridad es «un desastre» y de ello puedan dar fe los ecuatorianos cuando experimentan el miedo a ser asaltados al caminar por las calles o aquellos que han tenido que cerrar sus negocios para evitar las «vacunas» que imponen los extorsionadores.
«Pese a esas crisis significativas que atravesó el Gobierno, no es que tuvo una caída abrupta en cuanto a la calificación de gestión, porque en comparación a otros gobiernos, que para estas alturas y con esas crisis ya estarían por debajo del 20 por ciento, el Gobierno se ha mantenido en relativamente en una cifra estable y de ahí, pues, también se ve que sigue siendo considerado como una opción para la reelección», indicó la analista.
SEGURIDAD, EMPLEO Y ECONOMÍA
El proceso electoral tiene como trasfondo dos años de una marcada inseguridad atribuida a las disputas de los grupos delincuenciales por espacios territoriales para sus operaciones ilícitas de narcotráfico.
A esto se suma la crisis energética, que lleva más de un año, y una recesión confirmada en el segundo trimestre de 2024 y que según estimaciones se habría prolongado hasta los últimos tres meses del año pasado.
En opinión de Grijalva, después del debate presidencial organizado por el Consejo Nacional Electoral, el tablero político no parece haberse movido y quizás esto guarde relación con que no están siendo tomadas en cuentas las principales preocupaciones de los ecuatorianos, como las oportunidades para evitar la emigración de los jóvenes, el fortalecimiento de la educación técnica, las becas del Estado y la seguridad social.
«He visto coincidencias de distintos candidatos que van hacia el ala de la centroderecha, por ejemplo, Francisco Tabacchi (CREO), Juan Iván Cueva (Movimiento Amigo), Luis Felipe Tillería (Partido Avanza), Henry Cucalón (Movimiento Construye). Les he escuchado bastante su postura hacia la proempresa, hacia liberalizar la inversión privada, de apostar justamente al sector privado para que genere el empleo y que el Estado se encargue de la protección social», señaló la analista.
También refiere similitudes en cuanto a una eventual reforma para dar paso al trabajo por horas, pese a que en la consulta popular de 2024 los votantes rechazaron esa posibilidad, y en lo referido a una propuesta de eliminar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, un ente autónomo que organiza los procesos para la elección de autoridades unas 70 autoridades, entre estos el fiscal y el contralor general del Estado; el Consejo Nacional Electoral, el Tribunal Contencioso Electoral y el Defensor del Pueblo, sobre el que se ciernen disputas de poder.
La especialista no ve propuestas relevantes entre la mayoría de los candidatos presidenciales, aunque destacó la capacidad de González y de Leonidas Iza (Movimiento Pachakutik, izquierda), de presentar iniciativas concretas en términos de generar más empleo y reactivar la economía.
En el caso de la candidata de la RC propone créditos de 45.000 dólares para mujeres emprendedoras y de 25.000 para los jóvenes, incrementar cupos en la universidad por la vía digital, bonos para los adultos mayores excluidos del seguro social y la formación de 20.000 nuevos policías para garantizar la seguridad.
En tanto, Iza propone bajar el IVA al 12 por ciento y cobrar a los evasores tributarios, entre estos, más de 90 millones de dólares al Grupo Noboa, perteneciente a la familia del presidente y cobrar tasas de interés bajas con apoyo a los pequeños productores.
El actual mandatario propone continuar con su «Plan Fénix», centrado en la «mano dura» contra la delincuencia; además, promete garantizar el servicio energético luego de un año de varios meses de hasta 14 horas de apagones, y para reducir la pobreza apostará a ampliar los programas de asistencia social ya existentes.
Después de un año y medio de transición, Ecuador vuelve a las urnas para elegir esta vez quién gobernará el país durante los próximos cuatro años.
Para ser electo presidente en primera vuelta, el candidato debe obtener el 50 por ciento más uno de los votos válidos, o alcanzar el 40 por ciento y tener diez o más puntos de ventaja sobre el segundo contendiente.
En caso contrario, habrá una segunda vuelta que se celebrará el domingo 13 de abril.
Este domingo también serán electos los 151 integrantes de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) y los cinco representantes al Parlamento Andino.