Las autoridades judiciales de Bolivia han decretado prisión domiciliaria bajo custodia policial al comandante de las Fuerzas Armadas, el general Alfredo Cuéllar, acusado de asesinato durante la masacre de Sacaba, ocurrida en noviembre de 2019 durante las manifestaciones en apoyo al expresidente Evo Morales, en la que once personas murieron durante la represión de las protestas por parte de la fuerza pública.
Cuéllar, quien fue detenido el martes, ha asegurado ante la Fiscalía de Sacaba, en Cochabamba, que durante aquellos días sólo cumplía funciones administrativas y ejercía como quinto al mando, señala el diario boliviano ‘La Razón’.
El fallo le prohíbe comunicarse con otros testigos e implicados en el caso y le obliga a acudir a la sede de la Fiscalía de Sacaba dos veces por semana para firmar, así como a abonar una fianza de 250.000 bolivianos, unos 30.500 euros.
Cuéllar ha sido el primer arrestado por estos hechos, ocurridos entre el primero de septiembre y el 31 de diciembre de 2019 como consecuencia de las protestas surgidas tras la renuncia del expresidente Evo Morales, después de que su victoria en los comicios de octubre no fuera reconocida por la oposición y una parte de las Fuerzas Armadas.
De la docena de víctimas que se registraron por aquellos hechos en Sacaba, al menos ocho de ellas murieron por impactos de bala recibidos por la fuerza pública. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha calificado estos incidentes y los de las protestas en Senkata, en La Paz, como «masacres», que dejaron más de 25 fallecidos y un centenar de heridos.
La detención ha pillado por sorpresa a algunos miembros del Ejército, que han calificado como «desconcertante» la decisión tomada por la Fiscalía de Cochabamba de detener y acusar a Cuéllar.
«Como fieles cumplidores de la ley estaremos a la espera de los resultados finales de las investigaciones que se están efectuando», afirmó el miércoles el comandante de las Fuerzas Armadas, el general Jaime Zabala, quien ha defendido la actuación del Ejército siguiendo las directrices del Alto Mando y no bajo «formas arbitrarias».