El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha puesto en duda las investigaciones abiertas por la Fiscalía de Río de Janeiro contra su hijo Flavio, al que el Ministerio Público estatal acusa de presunto blanqueo de capitales y del uso indebido de fondos públicos. Flavio Bolsonaro, senador, ha negado cualquier irregularidad y ha atribuido las pesquisas abiertas a una maniobra política de quienes quieren apartar del poder a su padre. El jueves, solicitó a la Justicia que detuviese el proceso, que vuelve a sembrar la duda sobre la familia del presidente.
Los fiscales sostienen que Flavio Bolsonaro formaba parte de una trama de empleos fantasma durante su etapa como diputado regional en Río de Janeiro. Sospecha que desvió parte de estos sueldos para comprar dos viviendas en el barrio de Copacabana y una participación en una franquicia de tiendas de chocolate.
El jefe de Estado se ha pronunciado por primera vez este viernes, señalando que los fiscales investigan a su hijo desde el año pasado y «no han encontrado nada». «¿Alguna vez han visto a la Fiscalía del estado de Río investigar a alguna persona, algo de corrupción, o a algún funcionario público del estado? Y el estado más corrupto de Brasil es Río de Janeiro», ha criticado, según el diario ‘O Globo’.
Bolsonaro, que ha acusado a la Fiscalía de proteger al gobernador del estado, su antiguo aliado Wilson Witzel, ha cuestionado que se pueda poner en duda el dinero ganado por su hijo con sus intereses empresariales. En este sentido, ha dicho que sus ingresos compensaban su capacidad para «llevar clientes», igual que el futbolista Neymar: «¿Por qué gana más que otros jugadores? Porque es más importante. No es comunismo».