El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha afirmado este jueves que sufre «debilidad» y «una pequeña infección», después de anunciar hace menos de una semana que la última prueba diagnóstica del coronavirus a la que se sometió arrojó un resultado negativo.
«Me acabo de hacer un análisis de sangre, ayer tuve un poco de debilidad. También han encontrado una pequeña infección», ha trasladado Bolsonaro en una retransmisión por redes sociales, en la que también ha comunicado que, como resultado, ha comenzado a tomar antibióticos.
«Tengo moho ahí, moho en el pulmón, tal vez, debe ser», ha continuado, al tiempo que ha restado importancia a su estado de salud argumentando que «después de 20 días en casa, tenemos otros problemas», según ha informado el portal G1.
La agencia oficial de Bolsonaro, publicada por el Palacio de Planalto, prevé que el presidente viaje a Bagé este viernes. Allí, visitará una escuela cívico-militar y un regimiento de caballería, antes de regresar a la capital a última hora de la tarde.
Bolsonaro obtuvo una prueba negativa del coronavirus tres semanas después de anunciarse que se había contagiado de la enfermedad. El presidente, que siempre se ha mostrado escéptico ante las medidas preventivas para evitar contagios de la COVID-19 que recomiendan los expertos, comenzó a sentir síntomas el domingo 5 de julio. Los síntomas empeoraron al día siguiente, cuando tuvo fiebre y malestar.
También la primera dama de Brasil, Michelle Bolsonaro, ha contraído la COVID-19, pero la Presidencia del país ha destacado que «presenta buen estado de salud».
El Ministerio de Salud de Brasil, el segundo país más afectado por la pandemia del mundo, ha informado este jueves de que se han confirmado 57.837 nuevos contagios en las últimas 24 horas. Hasta el momento, el país suramericano contabiliza 2.610.102 casos de la COVID-19 y 91.263 muertos, 1.129 de ellos confirmados en el último día.