En Ecuador es necesario dialogar para evitar nuevos conflictos y construir una sociedad más «inclusiva, intercultural y pacífica», pidió este viernes la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
El gobierno ecuatoriano debería «promover la participación de todos los ecuatorianos en los asuntos públicos (…) y velar por que cualquier decisión económica que afecte a la población se adopte de manera transparente», pidió la responsable.
La oficina de Bachelet envió una misión al país latinoamericano entre octubre y noviembre para recopilar información e identificar posibles abusos durante las protestas de octubre, que estallaron en respuesta a medidas de austeridad, entre las que figuraban la eliminación de subsidios para los combustibles.
El equipo realizó más de 370 entrevistas durante su misión, visitó tres centros de detención y realizó visitas en varias regiones del país.
Es necesario llevar a cabo «investigaciones independientes, imparciales y transparentes» sobre presuntos abusos, pidió la oficina de Bachelet en un comunicado difundido este viernes.
Según informaciones de esta oficina de la ONU, durante los 11 días de manifestaciones en Ecuador, «al menos nueve personas murieron y 1.507 resultaron heridas, entre las que figuraban 435 miembros de las fuerzas de seguridad».
Además, el número de detenidos ascendió a 1.382.
«Los disturbios del mes pasado tuvieron un alto costo humano», declaró Bachelet, citada por su oficina. «Las personas deberían poder expresar sus quejas sin temor a ser lesionadas o detenidas. Al mismo tiempo, es importante que los manifestantes no recurran a la violencia».
Bachelet hizo hincapié en la importancia de que se indaguen las circunstancias que rodearon las muertes y los casos de heridos graves.
La Alta Comisionada también lamentó que hubiera manifestantes que «recurrieran a la violencia»y destrozaran bienes públicos.
Además, Bachelet criticó la «histórica y persistente» discriminación de los pueblos indígenas.
«La desigualdad social y económica sigue siendo un obstáculo estructural al desarrollo de amplios sectores de la sociedad, que durante generaciones se han sentido excluidos y no ven perspectivas de futuro», concluyó.