El candidato a las elecciones de Bolivia por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, ha denunciado este lunes que existe una «intencionalidad política» en las últimas denuncias presentadas por el Gobierno contra el expresidente Evo Morales (2006-2019) para desgastar su candidatura de cara a los comicios del 18 de octubre, en la que, en principio, parten como favoritos.
«El MAS no tiene nada que ver en esto, ni la candidatura, y ahí se ve justamente la intencionalidad política», ha señalado durante una entrevista para la cadena Globovisión, en referencia a una serie de denuncias presentadas por el Gobierno acusando a Morales de un supuesto delito de «estupro» y «tráfico de personas».
El que fuera ministro de Economía con Morales ha criticado que el actual Gobierno de Bolivia se «esfuerza en alargar» lo máximo posible estas demandas contra el expresidente para «salpicar» la candidatura del MAS, lo que considera «absolutamente inconcebible».
«No se puede aceptar ese tipo de actitudes», ha señalado Arce, quien a su vez se ha desmarcado del proceso sobre Morales, explicando que se trata de «un ámbito absolutamente personal, individual, y de acuerdo al derecho y a la Constitución Política del Estado».
A su vez, Arce ha criticado el juego sucio y el uso político que los críticos y opositores del MAS están llevando a cabo con la imagen de la mujer, cuyos derechos, ha dicho, «están siendo realmente pisoteados» con este tipo argucias.
Ante la posibilidad de que Morales pueda ser removido de su puesto como jefe del MAS por estas acusaciones, Arce ha recordado que el antiguo mandatario fue elegido democráticamente en su momento para ese cargo en un congreso celebrado en Santa Cruz, y que, tal y como está contemplado en los estatutos del partido, se tendría que celebrar otro acto similar para decidir si debe dejar el puesto, o no.
No es la primera vez que Arce advierte de una supuesta persecución contra el MAS de cara a las próximas elecciones, pues hace unos días calificó de «cacería jurídica» los intentos que el Gobierno «golpista» de la presidenta interina, Jeanine Áñez, está llevando a cabo «contra dirigentes obreros y campesinos».
Bolivia se encuentra actualmente en medio de una crisis social y política desde las pasadas elecciones, cuando la oposición, tras denunciar supuestas irregularidades en la victoria de Morales, aupó a la Presidencia a Jeanine Áñez, quien ocupa el cargo de interina hasta los próximos comicios, finalmente fijados para el 18 de octubre tras haber sido pospuestos en varias ocasiones por la crisis del coronavirus.
En las últimas semanas, la situación en las calles se ha recrudecido después de que la fecha electoral fuera aplazada una última vez, generando disturbios y bloqueos por parte de algunos sindicatos, movimientos sociales, y seguidores de Morales, quienes ven en esto una estrategia del nuevo oficialismo para desgastar al que es favorito en las elecciones, el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, poniendo como excusa la crisis de la pandemia.