La presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez
La saliente presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha restituido este martes en sus puesto a los ministros de Gobierno, Arturo Murillo, y de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, un día después de que fueran cesados, tras la moción de censura presentada por la Asamblea Plurinacional.
La Cámara Legislativa optó por removerlos de sus cargos después de que ambos no se presentarán para rendir cuentas en el caso de Murillo por los sobrecostes en la compra de material antidisturbios, y en el de Cárdenas por el cierre anticipado del año escolar, quien apuntó que su decisión había estado motivada por la crisis del coronavirus.
«Señor Murillo y señor Cárdenas, al volver a nombrarles como ministros de Gobierno y Educación, les pido que me acompañen a cerrar esta gestión de modo correcto y pensando siempre en la democracia y en el país», ha dicho Áñez, informa el periódico boliviano ‘La Razón’.
Áñez ha aprovechado el acto de investidura en Palacio Quemado para defender su gestión al frente de Bolivia estos meses, afirmando que hizo «lo que tenía que hacer» y que «a pesar de los grandes problemas» se hicieron «bien las grandes tareas».
En cuanto a Murillo, quien el día que fue convocado por la Asamblea Plurinacional descartó acudir alegando que la cámara no tenía ninguna autoridad sobre él, ha agradecido en esta ocasión la «confianza» que Áñez le ha mostrado.
Murillo ha afirmado que bajo el liderazgo de Áñez se ha trabajado «pensando en Bolivia» y se pregunta cómo es posible que esta gestión haya podido «generar odios» y «venganzas», ya que su objetivo ha sido «frenar el narcotráfico para sostener la salud de la población» y «cuidar la democracia».
El saliente ministro de Gobierno no ha perdido la ocasión de arremeter una vez más contra el flamante ganador de las elecciones, el Movimiento al Socialismo (MAS), y ha acusado a sus asambleístas de lanzar «amenazas de venganza» contra ellos.
Esta no es la primera vez que Áñez restituye a uno de sus ministros tras la censura de la Asamblea. Ya ocurrió lo mismo con el ministro de Defensa, Fernando López, quien tampoco compareció como debía ante el Parlamento, y la presidenta interina procedió a nombrarle pocas horas después de nuevo en el cargo.
Por su parte, la presidenta de la Asamblea Legislativa, Eva Copa, ya anunció que el oficialismo deberá hacer frente a un juicio de responsabilidades al incumplir la Constitución, que ordena apartar de sus puestos a aquellos ministros que no cuentan con la aprobación del Legislativo, y la legislación que la propia cámara promulgó a mediados de septiembre por la cual estos cargos no podrán ejercer cargos públicos durante los tres años siguientes a su moción de censura.
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