El estudio, en el que han participado 100 de las mayores empresas iberoamericanas, revela que empresas de países como España, Colombia o México optan por estrategias globales de sostenibilidad, mientras que las firmas peruanas encuestadas en el informe se inclinan por lo contrario.
La presentación del Observatorio en Perú, moderada por Bethlem Boronat, experta en sostenibilidad del EAE Business School, contó con la participación de Núria Vilanova, presidenta de Ceapi; Eduardo Hochschild, presidente del Grupo Hochschild Mining y de Diego de la Torre, cofundador y presidente del directorio de La Viga y Quikrete Perú.
«Las empresas en Perú estamos de acuerdo en que los ODS nos están guiando hacia un cambio en nuestras estrategias de negocio, pues propician una transformación de la cadena de valor con la finalidad de aumentar el impacto positivo en la sociedad», ha señalado Diego de la Torre.
El 68% de las empresas iberoamericanas coincide en que uno de los objetivos más importantes en esta transformación es «atender mejor las expectativas de los grupos de interés». En esta línea, toma protagonismo el comportamiento corporativo a través de valores como la integridad (22%) y la ética (20%).
Por su parte, la presidenta de Ceapi, Nuria Vilanova, ha subrayado que Latinoamérica «está pasando por uno de los momentos más complicadas de su historia».
«El aumento de la población en situación de pobreza o pobreza extrema y la falta de movilidad social se ha agudizado con la pandemia, y los empresarios tienen que dar respuesta a este momento desarrollando un nuevo contrato social, siendo motores del cambio ambiental que afecta a la economía y bienestar de la gente y con su compromiso social», ha apostillado Vilanova.
LAS ACCIONES SOCIALES COMO PILAR DE LA RSC
A diferencia de Colombia y México, donde el aspecto más importante de la RSC es la cadena de suministro, en Perú los trabajadores (22%) y las acciones en la sociedad (20%) ganan protagonismo. Ahora bien, Perú y Ecuador son los países en los que los empresarios detectan una mayor dificultad a la hora de llevar a cabo los ODS dentro de las estrategias de las compañías.
En cualquier caso, entre las compañías peruanas los programas de RSC se han intensificado a partir del Covid-19. Aunque entre los encuestados nace la duda sobre si los aspectos voluntarios de la RSC se incorporarán progresivamente a la legislación del país.
Por otro lado, el análisis destaca la aportación de las diversas empresas que han logrado con éxito la convergencia entre las dos principales vertientes de la RSC. Estas son la evolución de las estrategias para generar ingresos y la filantropía. Ocho de cada diez empresas latinoamericanas sitúan las acciones de filantropía en un segundo nivel. Y es que las compañías están transformando su modelo de producción hacia uno más sostenible y, al mismo tiempo, apoyando a causas beneficiosas para la sociedad.