Esta ligera caída de las previsiones se debe, según ha explicado el organismo central, a una menor expansión de los sectores primarios en la última parte del año actual, así como a una menor producción del sector minero.
Por su parte, de cara a 2023, se espera una caída del consumo privado como consecuencia de un deterioro económico a nivel internacional y una pérdida de confianza empresarial, lo que se traduce en un crecimiento económico «más bajo».
Ya en el año 2024, el banco cental prevé que la economía llegue al 3% de crecimiento, impulsada por la demanda interna, que se recuperará en un contexto sin presiones inflacionarias «significativas».
INFLACIÓN DENTRO DE LA META EN 2023
En cuanto a la inflación, el informe del banco central estima que se situará en el 3% cuando finalice el año 2023, tras haber llegado a su pico el pasado mes de junio (cuando fue del 8,8% interanual).
Dicha proyección tiene en cuenta la caída de los precios internacionales y de energía, lo que supondrá que en 2024 la inflación caiga al 2,4%.
No obstante, el organismo central mantiene elevados los riesgos en cuanto a las previsiones económicas, ya que un nivel de actividad económico más bajo de lo esperado o la continuidad de la tensión geopolítica podrían traducirse en un empeoramiento de las condiciones macroeconómicas de Perú. Además la incertidumbre política afectaría principalmente a los mercados financieros, con un aumento de la salida de capitales y una mayor volatilidad.