En un comunicado, el sindicato ha alertado de que las movilizaciones se convocarán a partir del 1 de octubre, si bien podrían «declararse en alerta y movilización de forma permanente» hasta que se cumplan las demandas del sector.
«Vamos a realizar jornadas de movilización y reclamar el cumplimiento de la ley», ha señalado el secretario de la organización, Eladio Benítez, que ha precisado que «no tienen una respuesta positiva conforme al cumplimiento de la ley por el cual se establece el reajuste del 16 por ciento del salario docente para poder ir cumpliendo el salario básico en el marco de la carreta docente».
El dirigente sindical ha declarado su intención de establecer consensos, si bien el ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, ha manifestado que el ajuste para el sector será de únicamente el 8 por ciento y no del 16, como piden los docentes.
Esta idea, no obstante, ha sido calificada por el sindicato como una «bofetada grande para el sector de la educación dado que la ley establece que están dadas las condiciones para el reajuste a los docentes, que es del 16 por ciento puesto que la recaudación fiscal lo establece».
La convocatoria, que da a las autoridades una semana más, tiene como objetivo lograr que Hacienda de marcha atrás y ajuste el salario en base al porcentaje sugerido. Por su parte, el Ministerio de Educación ha pedido «desistir» de la huelga sin obtener aparentes resultados, según informaciones del diario ‘ABC Color’.
Humberto Ayala, director de Asuntos Gremiales del Ministerio de Educación, ha expresado que «ninguna huelga docente es buena ya que no existe modo de recuperar el tiempo perdido» y ha calificado la medida como un «proceso destructivo».
Así, ha trasladado que el ministro de Educación, Juan Manuel Brunetti, ha mantenido conversaciones con Llamosas para encontrar una salida presupuestaria al problema y garantizar la continuidad de las clases. «El tiempo perdido es tiempo perdido»; ha insistido.
Para él, se está haciendo «lo imposible» para dar el aumento solicitado a los docentes y ha subrayado que dicho esfuerzo debe ser «reconocido por los sindicatos a la hora de tomar decisiones».