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AMÉRICA EN FOCO...

La única verdad

Es la realidad, tal la frase que sobrevuela el tiempo, atribuida al filoso griego Aristóteles, repetida de memoria por el líder político argentino, tres veces presidente de la república, Juan Domingo Perón. Es la realidad, tal la frase que sobrevuela el tiempo, atribuida al filoso griego Aristóteles, repetida de memoria por el líder político argentino, tres veces presidente de la república, Juan Domingo Perón.

Retrocedamos en el tiempo. Noviembre de 2011. En la Casa del Lago, el aspirante presidencial priista, Enrique Pena Nieto, presenta ante empresarios, líderes sociales y políticos ‘México la gran esperanza’, un decálogo de medidas con las cuales aspira a que el país apuntale el rumbo, y retome el liderazgo de América Latina, con un adversario a destronar, Brasil, quien mantiene en el poder a la reciente reelecta Dilma Rousseff.

Como condimento que nutre la coyuntura, vale recordar que la misma Dilma, hereda en su primer periodo de gobierno parte del Ejecutivo de su antecesor Lula Da Silva, que le trajo más de un dolor de cabeza, como las masivas renuncias y despidos de funcionarios de alto rango acusados de corrupción, entre junio y diciembre del 2011. Seis ministros, la mayoría heredados de Lula, se vieron forzados a renunciar tras denuncias de corrupción, irregularidades y desvío de fondos. Más tarde, poco después de iniciar su segundo mandato se encuentra con el escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, considerado el mayor en la historia del Brasil, con consecuencias económicas y políticas imprevisibles, involucraría cerca de 4.000 millones de dólares en una década.

Ante este panorama, México, quien aparentaba recibir a un PRI que urgía retomar el poder, renovado, semejante a una bocanada de aire fresco, confió sus destino a Enrique Peña Nieto, quien llega a la presidencia después de ser gobernador del Estado de México, y que no olvidemos, prometió un nuevo PRI, alejado de hechos de corrupción que lo acompañaron durante tanto tiempo. Hombre joven, con una imagen que la televisión se encargó de ponderar, realmente el pueblo mexicano fue mero espectador de la construcción de un candidato presidencial, lo que no figuraba en los cálculos era como dejaba atrás lo virtual y pasaba sin red a enfrentar la dura realidad del país. Sin duda alguna, el actual presidente fue creado y promocionado por la televisión.

México, al momento es golpeado por la caída del precio del petróleo, el bajo crecimiento económico, la ola de protestas a raíz de los asesinatos de los alumnos normalistas de Ayotzinapa y el escándalo de la «casa blanca» (propiedad de la primera dama, quien se ve atosigada por el origen de los fondos de su financiamiento). Estos hechos que se han encargado de echar un manto de nubarrones en el llamado «momento México» y colocado al borde del precipicio al presidente Enrique Peña Nieto, quien mediante el anuncio de nuevas reformas y propuestas (seguridad, justicia, apoyo económico a los estados más débiles) intenta retomar la iniciativa.

Tema urticante, si los hay, a la vuelta de la esquina, las elecciones legislativas del próximo año, donde el presidente juega el futuro de su gobierno en las elecciones de medio término de junio venidero.- Los resultados serán determinantes, a sabiendas si la ciudadanía le dará el soporte político suficiente a los efectos de que continúe impulsando su agenda de reformas estructurales, durante los tres años restantes de su mandato.

Peña Nieto, por si fuese poco, tropieza con los estudiantes, vale recordar que durante la campaña que lo llevó a la presidencia de México en 2012, luego de una presentación en la Universidad Iberoamericana que terminó en escándalo, piedra basal al nacimiento del movimiento estudiantil YoSoy132, rápidamente promovido por las redes sociales.

Todo indica, pruebas al canto, que el presidente hubiese sido entrenado a los efectos de ser el piloto de un programa en el que, aparentemente, transitaba por el camino correcto, con reformas estructurales, como la energética, elogiada por el mundo empresarial y los organismos internacionales, sin embargo, ante la primera crisis en su frente interno, no se muestra rápido de reflejos, solo atina a tomar distancia y pretender que los costos los paguen otros.

Ocurre que si la violencia manchada por el narco deja a Peña Nieto sin respuestas, otro episodio, que seguramente jugará negativamente en su imagen, afectando su carrera política, es el caso de corrupción, que salpica al matrimonio presidencial. Una investigación periodística reveló que la casa de las Lomas de Chapultepec en la que viven, valorada en siete millones de dólares, pertenece a un empresario del Grupo Higa, un consorcio que además integran empresas chinas y que ha sido beneficiado por el gobierno del PRI con miles de millones de dólares en concesiones.

Poco tiempo atrás se vivió una situación por demás llamativa. Hablamos de la última adjudicación al grupo por 4.800 millones de dólares (un tramo de 210 kilómetros de vías para tren de alta velocidad entre el DF y Querétaro). Vale acotar que en la comparecencia del Secretario de Transportes en el Senado de la República, la senadora por el PAN, Marcela Torres, objetó la premura con la que se licitó la obra, sin antes haberse considerado su viabilidad. Fue cancelada de manera sorpresiva por el presidente el 6 de noviembre, al momento en que se disponía a viajar a Asia en busca de inversiones, obligándose además a reponer las bases y los tiempos de la licitación, que se hará efectiva en el próximo año.

Lo que realmente llamó la atención proviene de la agencia oficial china Xinhua quien señaló que el megaproyecto había sido suspendido unilateralmente por Peña Nieto, como si la situación fuese por demás comprometida, surge de los propios protagonistas.

Otra perla, que se suma al collar de sombras que envuelven la gestión es el Proyector Monterrey VI. La empresa Pyecsa, vinculada al gobernador del Estado de Nuevo León, sumada al Grupo Higa, figuran como adjudicatarias en la construcción del proyecto, un acueducto de 372 km con origen en San Luis de Potosí, que atraviesa territorios de los Estados de Veracruz y Tamaulipas, llegando al Municipio de Linares. La inversión aproximada con financiamiento del gobierno federal y del Estado de Nuevo León alcanza a los 15.500 millones de pesos mexicanos.

Es necesario recordar que en relación al urticante tema -corrupción y transparencia- el PRI, desmanteló el sistema de transparencia perfeccionado por los gobiernos del PAN, otorgándole a las Secretarias de Estado la facultad de nombrar por ellas a sus controladores, convirtiéndose en juez y parte, todo queda en casa. Al momento, el Congreso dinamitó el nuevo sistema anticorrupción presentado por el PAN, posponiéndolo hasta febrero próximo, estimamos que las posibilidades de aprobarlo, son escasas.

Pues bien, evidentemente esta situación a la que se ha llegado exclusivamente por la falta de cintura política del actual mandatario, seguramente llevará a que los socios que en un principio se sentían encandilados por Peña Nieto, y suscribían sus reformas más importantes de las últimas décadas, especialmente en el sector energético, dando lugar a la inversión privada. No olvidemos que de estos jugadores México prioriza consensuar a efectos de desarrollarse, base para recuperar el liderazgo regional. Como muestra vale un botón, hace días un editorial de The Economist «De mal en peor», donde el reconocido semanario británico repasa las sucesivas crisis, resaltaba el desencanto popular y le recomienda a Peña Nieto «reconstruir la confianza» dentro y fuera de México. Nada más cercano a la realidad, que más de un ciudadano, acompaña sin dudar, menuda tarea espera al presidente no será el momento de jugar a fondo, el futuro de México, depende de su decisión, ni más ni menos.

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