El primero, al que nos vamos a referir, es “El monstruo dulce”, del pensador italiano Raffaele Simone, publicado en Milán , en el año 2008. La idea central es que la izquierda, concretamente el socialismo, se encuentra, en estos momentos, en decadencia en Europa. Las últimas elecciones celebradas en España, parecen corroborar esta teoría. Durante las elecciones europeas de 2009, la social democracia registró una derrota histórica. El primero, al que nos vamos a referir, es “El monstruo dulce”, del pensador italiano Raffaele Simone, publicado en Milán , en el año 2008. La idea central es que la izquierda, concretamente el socialismo, se encuentra, en estos momentos, en decadencia en Europa. Las últimas elecciones celebradas en España, parecen corroborar esta teoría. Durante las elecciones europeas de 2009, la social democracia registró una derrota histórica. Por otra parte, en Estados Unidos ha surgido un derechismo en el que el partido del presidente Obama perdió su mayoría en la Cámara de Representantes. Las sociedades contemporáneas aparecen marcadas por el incremento de un individualismo consumista y el repliegue hedonista sobre la esfera privada. Todo ello parece cuadrar más con una ideología liberal, por lo menos, en lo económico. “Con el advenimiento de la modernidad globalizada y consumista, los ideales de la izquierda- aquellos que en verdad la distinguen de la derecha- ya no parecen estar a la altura de estos tiempos”. La derecha, al menos la “nueva derecha,” parece estar más de acuerdo con la modernidad. Sus victorias electorales parecen provenir de imponer un pragmatismo ajustado a los rasgos dominantes de la época. Dicho de otra forma, la derecha ha tomado partido por el consumismo y con ayuda de los medios de comunicación se presenta como “una mentalidad difusa e impalpable, una ideología flotante, un conjunto de actitudes y modos de comportamiento que se respiran en el aire y cuyos avatares se observan en la calle, la televisión y los medios de comunicación”. La “nueva derecha” provendría más de una cultura que de una organización política determinada. Parece el momento de recordar a otro italiano, a Gramsci, quien analizó el papel de la cultura en la lucha política, desde otros postulados totalmente diferentes.
El otro libro al que nos hemos referido al comienzo de estas líneas es “The end of discovery”. Su autor, Russell Stannard, ha sido un importante físico de partículas, que ha llevado a cabo importantes investigaciones en el CERN (Centro Europeo de Investigaciones Nucleares). Actualmente, es profesor emérito en la Open University, la universidad de educación a distancia inglesa.
El autor plantea si existe un límite al conocimiento racional adquirido con el método científico. Dicho de otra forma, si la ciencia cubre una etapa de la historia que un día terminará y será sustituida por otra. El problema que plantea es si es o no la ciencia una fase, más o menos transitoria, de la civilización.
El autor habla de la función de onda, los principios de incertidumbre, el experimento imaginario del gato de Schrödinger, la paradoja Einstein- Podolsky-Rosen y otras facetas más de la física contemporánea. Nosotros recordamos también el teorema de Kurt Gödel. Existen sentencias de las que no podemos saber si son o no ciertas, y sistemas cuya consistencia no es posible demostrar. “Ya ni siquiera es posible encontrar seguridad en el único lugar donde creímos que existía, en la matemática”, escribe Sánchez Ron.