A la vuelta de la esquina, – el 17 de noviembre próximo, momento de definiciones en el país trasandino- , se llevaran a cabo los comicios presidenciales. Frente a frente, damas en pugna. A la vuelta de la esquina, – el 17 de noviembre próximo, momento de definiciones en el país trasandino- , se llevaran a cabo los comicios presidenciales. Frente a frente, damas en pugna. Por el partido oficialista la ex Ministra de Trabajo, la economista Evelyn Matthei, quien sale al ruedo después de la sorpresiva renuncia por un cuadro de depresión aguda de Pablo Longueira. Matthei, proclamada candidata por la ultraderechista Alianza por Chile, integrada por la UDI, y el Partido Renovación Nacional, conocida como la colectora del presidente conservador Sebastian Piñera. Por otro lado, la socialista ex mandataria Michelle Bachelet, proclamada por la Junta Nacional de la Democracia Cristiana, como aspirante presidencial de la coalición Nueva Mayoría, integrada por socialistas, demócratas cristianos, socialdemocratas y comunistas.
Al momento, menuda situación enfrenta Matthei, ya que coteja a una figura, amplia favorita en los sondeos de intención de voto, avalada por el hecho de haberse impuesto en una elección que la llevó a ejercer la primera magistratura chilena. Por si fuese poco , apenas contará con tres meses de campaña en la que deberá convencer a los votantes en apoyarla a efectos de ser la continuadora de la administración Piñera, consolidado como el primer presidente de la derecha desde que el país volvió a la democracia.
Matthei se convierte así en la primera mujer nominada por la derecha chilena para unas elecciones presidenciales, de 59 años, tiene una larga trayectoria. Primero fue diputada, luego senadora y ministra en el gobierno de Sebastian Piñera. Hija de un general de la Fuerza aérea de Chile que formó parte de la junta militar de la dictadura de Augusto Pinochet, tiene posiciones un poco más moderadas que las de su partido, la UDI, en temas sociales. A favor de la unión entre homosexuales aunque sin considerarlo matrimonio, Matthei presentó en el 2010 un proyecto de ley para legalizar el aborto terapéutico.
Por el lado de la ex mandataria dio a conocer aspectos pragmáticos de un probable gobierno de Nueva Mayoría, entre ellos, una reforma tributaria que permita concretar los cambios impositivos que reclama para Chile. Como dato de color, por si algo faltase a efectos de acrecentar expectativas, vale recordar que tanto Matthei, como Bachelet son hijas de generales de la Fuerza Áerea chilena, quienes luego de forjar una fuerte amistad, la vieron, lamentablemente, dinamitada por la dictadura de Augusto Pinochet.
De una vereda de la historia, el general Bachelet, torturado hasta su muerte en la AGA-Academia de Guerra Aerea, como consecuencia de su férreo apoyo al gobierno socialista de Salvador Allende. Por su parte Matthei, fue director del AGA, formando, además parte de la junta militar, por estos días, el abogado chileno Eduardo Contreras que representa a la Agrupacion de Ejecutados Políticos pidió encauzar a Matthei, como autor o cómplice por la muerte de Bachelet. La solicitud de Contreras fue presentada ante el juez Mario Carroza, Matthei ha eludido toda responsabilidad recordando que se encontraba fuera de Chile al momento del desgraciado hecho, vale recordar que Matthei ya ha declarado en esta causa, incluso fue careado recientemente con ex oficiales que custodiaban el centro de detención.-
Es menester reconocer que la ex mandataria socialista ha destacado que su familia no solicitó la investigación, que ya se cargó a dos coroneles retirados de la Fuerza Aérea, Ramón Cáceres y Edgar Ceballos, detenidos y encausados por el delito de torturas seguidas de muerte, sin embargo espera conocer la verdad sobre la muerte de su padre.
Lamentablemente, las palabras golpe y dictadura siguen sobrevolando el cielo trasandino, no han sido borradas, tras el paso del tiempo, casi 40 años del recordado levantamiento militar del 11 de setiembre de 1973, que dio por tierra con una de las democracias más estables de la región, al momento la mayoría del pueblo chileno se ve dividido, lamentablemente el tema no ha sido superado. Analistas coinciden que las dos candidatas, al representar lo que fue Chile hace 40 años, han reavivado el fuego. Solo cabe esperar, que prime el sentido común anteponiendo, ante todo, la patria, el bienestar de la ciudadanía, por lo que sería gratificante limar asperezas, encaminándose hacia un destino de unidad, sin rencores.
