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Ciencia y razón

Cambio Global España 2020/50

Las dos fundaciones, General Universidad Complutense de Madrid y CONAMA, a través de sus dos presidentes, han conseguido elaborar este concienzudo estudio cuyo título encabeza estas líneas. Los expertos que han elaborado este informe, son conscientes de la actual crisis económica que, desde hace varios años, azota al mundo y son también conscientes de que no se puede salir de la misma, con criterios, más o menos lógicos, de pasadas épocas. Son nuevos problemas, que hay que hacerlos frente con nuevas ideas, que aporten nuevas soluciones. Esta es la idea central de este trabajo. Después de uno de los periodos de mayor crecimiento económico, la Humanidad afronta una nueva época marcada por mayores niveles de incertidumbre ante la superación de los límites físicos de la Biosfera y la alteración de las dinámicas biogeofísicas, todo lo que se conoce con el nombre general de Cambio Global. La crisis que lo impulsa presenta múltiples aspectos. “El desbordamiento de la huella ecológica del planeta y la superación de su biocapacidad, el cambio climático y sus efectos en la dinámica de la Biosfera; la pérdida de la biodiversidad y del deterioro de los servicios ambientales; los problemas derivados del agotamiento de recursos básicos como el petróleo, otros materiales o ciertos alimentos; la brecha creciente de desigualdad entre enriquecidos y empobrecidos. En el fondo, subyace la fricción entre los actuales patrones del desarrollo humano y la preservación de los ciclos vitales del planeta”. Las dos fundaciones, General Universidad Complutense de Madrid y CONAMA, a través de sus dos presidentes, han conseguido elaborar este concienzudo estudio cuyo título encabeza estas líneas. Los expertos que han elaborado este informe, son conscientes de la actual crisis económica que, desde hace varios años, azota al mundo y son también conscientes de que no se puede salir de la misma, con criterios, más o menos lógicos, de pasadas épocas. Son nuevos problemas, que hay que hacerlos frente con nuevas ideas, que aporten nuevas soluciones. Esta es la idea central de este trabajo. Después de uno de los periodos de mayor crecimiento económico, la Humanidad afronta una nueva época marcada por mayores niveles de incertidumbre ante la superación de los límites físicos de la Biosfera y la alteración de las dinámicas biogeofísicas, todo lo que se conoce con el nombre general de Cambio Global. La crisis que lo impulsa presenta múltiples aspectos. “El desbordamiento de la huella ecológica del planeta y la superación de su biocapacidad, el cambio climático y sus efectos en la dinámica de la Biosfera; la pérdida de la biodiversidad y del deterioro de los servicios ambientales; los problemas derivados del agotamiento de recursos básicos como el petróleo, otros materiales o ciertos alimentos; la brecha creciente de desigualdad entre enriquecidos y empobrecidos. En el fondo, subyace la fricción entre los actuales patrones del desarrollo humano y la preservación de los ciclos vitales del planeta”.

En consecuencia, la respuesta a esta crisis se encuentra en el marco de la sostenibilidad, que se debe ir aplicando desde el ámbito municipal, regional, nacional y mundial. Hay que tener presente que, en Europa, el 80% de los habitantes son “urbanitas” y en España ronda el 70%. Por todo ello, la sostenibilidad tiene que aplicarse, fundamentalmente en las ciudades. Y en estas, cuanto más grandes, con mayor intensidad. En esta línea de pensamiento, recordaba el secretario general de las cumbres de Estocolmo 72 y Río 92, M. Strong, “la batalla de la sostenibilidad se ganará o se perderá en las ciudades”. Hasta tal punto fue aceptada esta premisa, que el Programa 21 de la Conferencia de Río, en su Capítulo 28, creó el denominado “Programa 21 Local” o “Agenda 21 Local”. Si bien las ciudades son los espacios en donde se generan los mayores problemas ambientales, “es precisamente en las ciudades donde existe una mayor capacidad para afrontar esta crisis generalizada”.

Se han barajado estos dos términos, 2020 y 2050. El primero constituye un plazo razonable y necesario para haber consolidado un cambio de rumbo hacia nuevos paradigmas, como, por ejemplo, puede ser el cumplimiento de los compromisos de Kioto. 2050 surge como el horizonte temporal que permite visionar un ciclo de cambio cualitativo del modelo urbano. El informe, que presentamos, ha trabajado con una visión de la ciudad como un medio complejo y dinámico, en el que los diversos aspectos contemplados han sido tratados atendiendo a su profunda interrelación. Estos aspectos pueden concretarse en la edificación y ocupación del suelo, el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero, la movilidad urbana, la calidad del aire en las ciudades, el consumo de materiales y la generación de residuos urbanos, el ciclo urbano del agua, la biodiversidad y la biocapacidad urbanas y la huella ecológica urbana.

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