Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

AMÉRICA EN FOCO...

A fuego lento

¿Qué tan cambiante resulta el panorama económico para el año en curso, y qué va a significar tal disloque para nuestra región?. ¿Qué tan cambiante resulta el panorama económico para el año en curso, y qué va a significar tal disloque para nuestra región?, una pregunta que hoy retumba profundamente en las cabezas de los más encumbrados analistas, sostenidos por los riesgos de deflación en las economías avanzadas y de turbulencia sostenida en los mercados emergentes.

En su Actualización de Perspectivas de la Economía Mundial, el FMI proyectó que el crecimiento de las economías de mercados emergentes y en desarrollo descenderá a 4,6% en 2014 y que posteriormente aumentará a 5,2% en 2015.

En cuanto a lo que nos toca, en momentos en que el marco regional proyectaba un crecimiento del 2,5% en el 2014 y de un 3% en el 2015, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus perspectivas para América Latina y el Caribe en 2014 hasta el 2%, durante la conferencia anual del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), que concluyó en Washington y en la que se discutieron los retos económicos y políticos de la región.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja las perspectivas de la economía de América latina y el Caribe y calculó que el producto interior bruto (PIB) de la región crecerá 2% en 2014 y 2,6% en 2015, lo que supone un manifiesto a la baja de 0,5% y 0,4% con respecto al informe publicado por este mismo organismo en el pasado abril.

El organismo advierte que las economías de mercados emergentes «pueden enfrentarse a un empeoramiento repentino de las condiciones financieras y a un cambio de sentido de los flujos de capitales en el caso de que variara la actitud de los mercados financieros».

Se prevé que el nivel de actividad económica en América Latina y el Caribe continúe creciendo a un fuego lento en 2014, con la lupa puesta en los EEUU y otras economías que motorizan impulsando el crecimiento de las exportaciones, sin embargo como contrapeso juegan la caída de los precios mundiales de materias primas y los mayores costos de financiamiento externo, sobre todo en algunas de las economías líderes, probablemente afecten la actividad en toda la región. El débil crecimiento de la inversión y la demanda moderada de las exportaciones de la región resultaron factores determinantes que atornillaron la actividad en 2013, sumado al control de la inflación y la productividad factores importantes que las economías abiertas de Latinoamérica deben resolver a los efectos de lograr impulsar el crecimiento económico, y que la realidad al momento muestra lo contrario.

Con respecto a la productividad, es prioritario impulsar la inversión dirigida a favorecer el aumento de la producción y de la diversificación de bienes y servicios sobre la base de pactos que involucren al Estado, al sector privado y a las organizaciones sociales, situación ésta más complicada de lo imaginado ya que, al no visualizarse resolución juega en contra de sus propios intereses.

Con la vista enfocada en el 2014, jugarán un importante rol las economías financieramente integradas, donde Perú, junto a Brasil y Uruguay comparten el podio, incrementando sus reservas a ritmos similares a las de las Economías de los Mercados Emergentes, escalón por debajo Chile, Colombia y México las aumentan a un ritmo algo más moderado, valido es reconocer que éstas conforman el lote de administraciones que han trabajado prolijamente en la combinación de medidas de intervención, apreciación nominal, seguidas de medidas efectivas tanto en lo administrativo como de coyuntura.

El 2015 tan cerca, tan lejano, proyecta un repunte moderado, al 3%, sin embargo las perspectivas regionales permanecen acechadas por una serie de riesgos, el más contundente es una caída profunda de los precios de las materias primas causada por el debilitamiento de la demanda de algunas de las principales economías demandantes de materias primas, especialmente China, por su parte el gran jugador regional EEUU muestra sus cartas, a pesar de un pronosticado invierno muy crudo a comienzos del 2014, se estima un crecimiento del 2,1% y de un 3,1% en el 2015.

Es evidente que toda perspectiva económica, y más en los tiempos que corren, lleva consigo un fuerte condimento político seguramente el encargado de sazonar los ingredientes, beneficiosos ó nocivos, en el menú a la carta regional.

Más información

Scroll al inicio