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Una gran suma…

Carlyle Group, la firma de los Bush, invertirá 1.000 millones de dólares en dos fondos de América del Sur. El grupo estadounidense Carlyle, conocido por sus vínculos con los ex presidentes de EEUU George W. Bush y su padre George H. W. Bush, ha anunciado una inversión de 1.000 millones de dólares (700 millones de euros) en dos nuevos fondos en América del Sur. Pese a que los capitales van a repartirse por todo el subcontinente, Brasil recibirá buena parte de los mismos, algo más de 300 millones de dólares (208 millones de euros).

Según ha informado la compañía en un comunicado, la inversión irá destinada a sendos fondos. El primero de ellos, denominado Carlyle Group South America Buyont Fund, estará provisto con 776 millones de dólares (543,4 millones de euros), mientras que el segundo, en el que colabora el mayor bando de America Latina, Banco do Brasil, contará con 225 millones de dólares (157,5 millones de euros).

Y es precisamente Brasil el país que más atención ha merecido para el grupo estadounidense. Según informa la agencia Europapress, mientras que el primer fondo se invertirá en todo el continente sudamericano, con «especial énfasis» en Brasil, el segundo centrará su actividad íntegramente en el gigante amazónico.

Fernando Borges, managing director de Carlyle y máximo responsable del equipo de ‘buy out’ del grupo en América del Sur, ha justificado la decisión. La tendencia económica actual, así como el crecimiento de su clase media, hacen de la región en general, y de Brasil en particular, «un buen destino para la inversión».

El grupo estadounidense es conocido por haber tenido entre sus empleados a dos presidente de EEUU, Bush padre e hijo, así como por contar en diferentes periodos con el Secretario de Estado James A. Baker III o el ministro de Defensa de Ronald Reagan y vicedirector de la CIA, Frank Carlucci. El equipo sudamericano de la compañía ha llevado a cabo tres transacciones hasta la fecha que suman una cifra cercana a los 1.000 millones de dólares (700 millones de euros) de ‘equity’ (patrimonio neto).

Carlyle opera en numerosos sectores, tales como la industria aeroespacial, automoción, el transporte, consumo y comercio, generación y distribución de energía, salud, industria, tecnología, servicios a empresas, telecomunicaciones y medios de comunicación. Es, además, la undécima contratista de defensa más importante del mundo, algo que ha suscitado críticas entre aquellos que aseguran que suministra armas en lugares donde la inestabilidad política es patente.

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