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TLC enfriado…

El Gobierno estadounidense aplaza de nuevo el envío de la alianza comercial al Congreso. El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y EEUU se ha convertido en una misión imposible. Al parecer, las negociaciones sobre la deuda y el déficit estadounidense han obligado a los líderes legislativos demócratas y republicanos a pedir a la administración Obama que pare el proceso hasta septiembre.

Esta sería la versión oficial que ha dado el inquilino de la Casa Blanca. La otra cara de la moneda revela que el mandatario estadounidense no querría acrecentar sus líos entre demócratas y republicanos, ya que el ala progresista del partido no ve con buenos ojos la alianza.

La suspensión ha llegado justo en el momento en que la economía colombiana se encuentra en su mejor época. Hace unos días, el presidente del país, Juan Manuel Santos, anunció que el PIB (Producto Interior Bruto) de la nación tendrá un incremento superior a lo esperado en 2011.

El TLC entre EEUU y Colombia está así. Ambos países llegaron a un acuerdo previo a la alianza, que incluye tres áreas en las que el Gobierno de Juan Manuel Santos se comprometía a colaborar: mejorar las condiciones laborales, reducir la violencia contra sindicalistas y combatir la impunidad, a cambio de que el presidente Barack Obama, finalmente, enviara el TLC al Congreso para su votación definitiva.

Aunque el Gobierno de Obama notificó al Congreso que todo estaba listo para iniciar las discusiones técnicas sobre el TLC, el acuerdo sufrió un revés recientemente ante la negativa de los legisladores republicanos de extender un programa federal que da ayuda económica y de aprendizaje a trabajadores estadounidenses perjudicados por la competencia del comercio exterior.

El último guiño que EEUU hizo a Colombia en este tema vino de la mano de Hillary Clinton. La secretaria estadounidense se reunió hace menos de dos meses en Washington con la ministra de relaciones exteriores colombiana, María Ángela Holguín, para afirmarle que su país sigue interesado en la aprobación de este convenio comercial, y aseguró que este año se suscribirá. Hillary señaló que las trabas que se han puesto en el trámite son transitorias y normales para los procesos que se adelantan en materia económica.

A pesar del visto bueno de la secretaria, los líderes legislativos demócratas y republicanos han considerado que el TLC con Colombia no es una prioridad, por lo que se han centrado en negociaciones para dar solución a los problemas internos que tiene la economía estadounidense debido a la deuda y el déficit acumulado.

De poco ha servido que la economía colombiana atraviese su mejor momento. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, apuntó que las mejoras en diversos sectores de la economía del país permitirá que ésta tenga un incremento superior a lo esperado en 2011. El mandatario anunció el diseño de un Plan de Infraestructura para la Prosperidad que contempla inversiones por 99.000 millones de pesos (39.000 millones de euros) en los próximos diez años. De esa cifra, 32.000 millones de pesos (12.000 millones de euros) se utilizarán en el actual Gobierno. Santos resaltó que el crecimiento de la economía no podría haberse dado sin los importantes avances en el sector minero, tras haberse logrado cifras récord en la producción de hidrocarburos.

Santos reveló durante su discurso durante la instalación de una nueva legislatura en el Congreso de la República los notables avances en el sector minero, que ha motivado el crecimiento de la economía colombiana. En cuanto a la producción de hidrocarburos, el mes pasado ya se superaron los 930.000 barriles diarios, un 20% más que el año anterior.

El TLC abriría gran parte de los mercados colombianos a los productos estadounidenses sin muchos de los aranceles que existen en la actualidad. el 80% de las exportaciones estadounidenses al país sudamericano estarán libre de impuestos, y los aranceles restantes desaparecerán durante los próximos 10 años. Más de la mitad de las exportaciones agrícolas estadounidenses a Colombia también quedarán libre de impuestos, y casi todos los aranceles desaparecerán en 15 años.

El Gobierno del ex presidente George Bush negoció el acuerdo comercial con Colombia, que ambos países firmaron en noviembre de 2006. Pero los demócratas, que ganaron el control del Congreso en las elecciones del mismo mes, rebatieron fuertemente el pacto, argumentando que el entonces presidente colombiano Álvaro Uribe no había tomado medidas suficientemente intensas para proteger los derechos de los trabajadores y evitar los asesinatos de líderes sindicales por parte de paramilitares y otros grupos de derecha.

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