El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, pidió hoy a la Junta de Supervisión Fiscal de la isla nombrada por Estados Unidos que no afecte con sus decisiones a la población. El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, pidió hoy a la Junta de Supervisión Fiscal de la isla nombrada por Estados Unidos que no afecte con sus decisiones a la población, y estimó que de no cambiar la situación el Gobierno local acumulará un déficit de 34.000 millones de dólares en diez años.
«En tanto la gente de Puerto Rico carece de herramientas democráticas para limitar los poderes de esta Junta, ustedes le deben un alto grado de cuidado y cautela», dijo García Padilla en Nueva York ante miembros de la Junta, durante la presentación del plan fiscal de su administración para los próximos 10 años.
«Es mi deber como gobernador de Puerto Rico representar a la gente de Puerto Rico y les pido que los coloquen a ellos por sobre toda otra consideración», agregó. «Si las cosas no cambian en la isla terminaremos los próximos 10 años con un déficit acumulado de 34,000 millones de dólares».
Que las cosas no cambien, aclaró, significa que se mantenga el mismo nivel de asistencias (fondos) por parte del Gobierno federal estadounidense que se reciben en la actualidad, entre ellas los fondos para el sistema de salud en el marco de la ley conocida como «Obama Care» y el crédito federal que se le reconoce a las contribuciones que pagan en la isla ciertas empresas norteamericanas.
Esbozó además siete «principios» del plan fiscal presentado por el Gobierno de la isla para aprobación de la Junta, que afirman que las medidas de austeridad que se adopten no afecten el crecimiento económico e impulsan mayor disciplina fiscal y mayores controles presupuestarios.
García Padilla también resaltó la necesidad de promover la inversión externa en Puerto Rico y la urgencia de reestructurar la masiva deuda del país, que está cerca de los 69.000 millones.
