Un nuevo derrame de cianuro se registró en la mina de oro Veladero de la empresa canadiense Barrick Gold en la región cordillerana de la provincia argentina de San Juan, por lo que las autoridades ordenaron suspender la actividad en el yacimiento. Un nuevo derrame de cianuro se registró en la mina de oro Veladero de la empresa canadiense Barrick Gold en la región cordillerana de la provincia argentina de San Juan, por lo que las autoridades ordenaron suspender la actividad en el yacimiento.
El derrame ocurrió el 8 de septiembre pero la compañía lo confirmó varios días después, en la noche del miércoles, y el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, resolvió esta madrugada paralizar la mina en medio de fuertes protestas de los pobladores de la localidad de Jáchal, cercana al yacimiento.
El juez federal Sebastián Casanello ordenó hoy operativos en los ministerios nacionales a fin de obtener información sobre el nuevo derrame de cianuro. El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, informó que hoy envió una comisión técnica para evaluar si hubo daño ambiental por el derrame y chequear los protocolos de procedimiento de Barrick Gold, a fin de «tomar medidas legales».
Barrick aseguró que «no hubo contacto con ningún curso de agua ni con canales de desvío» y que «por las características del incidente no hubo amenazas para la salud de los trabajadores, las comunidades, o del medioambiente».
La mina de oro Veladero se encuentra a más de 4.000 metros de altura, en la cordillera de los Andes cerca de la frontera con Chile.
Según precisó la empresa en un comunicado, el accidente se registró el 8 de septiembre, cuando «dentro del valle de lixiviación, se produjo el desacople de una cañería corrugada de 18 pulgadas con solución de proceso», al parecer «por el impacto de un trozo de hielo».
El juez Pablo Oritja confirmó que recién el miércoles fue notificado del derrame en la mina Veladero por parte de la Policía Minera. «A esta altura todo me llama la atención», expresó el magistrado en declaraciones citadas por el diario «La Nación» al ser consultado si no le resultaba llamativo que mediaron seis días entre la fecha en que ocurrió el derrame y el momento en que fue notificado.
El gobernador de San Juan dispuso detener la actividad de la mina hasta «determinar la magnitud del incidente». Por otra parte, subrayó que se le exigirá a Barrick garantizar «la intangibilidad laboral y salarial a sus trabajadores en el período que la mina esté cerrada de manera preventiva».
La organización ambientalista Greenpeace reclamó el cierre definitivo de la mina Veladero. «La suspensión de las actividades impuesta a la mina por el Gobierno de San Juan es insuficiente ante hechos que se repiten una y otra vez contaminando el ambiente impunemente», sostuvo Gonzalo Strano, coordinador de la entidad.
La asamblea vecinal asamblea «Jáchal no se toca» hizo en tanto una presentación formal ante los tribunales federales en Buenos Aires para exigir el cierre definitivo del emprendimiento minero.
El derrame ocurrió casi un año después del registrado el 12 de septiembre de 2015 y que contaminó tres ríos de la región. Varios directivos y empleados de Barrick fueron procesados por la Justicia, al tiempo que la provincia de San Juan aplicó una multa por cerca de nueve millones de dólares a la compañía minera.
En aquella oportunidad se derramó cerca de un millón de litros de una solución con cianuro a raíz de la rotura de una válvula de la tubería que conduce la solución por el valle de lixiviación, donde se separa el mineral de la roca.
