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Nuevas reglas…

Brasil y China estudian abandonar el dólar estadounidense como patrón de cambio en su comercio bilateral. La buena sintonía entre Brasil y China escribe un nuevo capítulo. El ministro brasileño de Industria, Fernando Pimentel, se ha reunido con su homólogo chino de Comercio, Chen Deming, y ambos han certificado la buena relación entre ambas potencias, además de lanzar un toque de atención a la Unión Europea y a EEUU al apuntar la posibilidad de no utilizar ni el dólar ni el euro en sus intercambios comerciales.

Pimentel señaló, en la dirección ya apunta por la presidente brasileña, Dilma Rousseff, que «es necesario crear una canasta de monedas para fundamentar los intercambios comerciales y financieros», mientras que Deming dejó ver su buena disposición a que los bancos centrales de ambas potencias emergentes se sienten a valorar seriamente la propuesta de no utilizar ni el dólar, como se viene haciendo históricamente, ni el euro como monedas de cambio en el comercio bilateral, aunque afirmó que se trata de un debate “a largo plazo”.

Esa posibilidad, ya apuntada por Rousseff en varias ocasiones, puede entenderse como un toque de atención tanto a Europa como EEUU, en un momento en el que las potencias emergentes, con Brasil a la cabeza, comienzan a reclamar mayor peso en instituciones internacionales como el FMI. El brasileño Pimentel ha apuntado que la próxima cumbre del G-20 a finales de año en Francia será el escenario idóneo para poner sus reclamaciones sobre la mesa.

Además, ambos mandatarios reprodujeron los anhelos de ambos países en cuanto al comercio bilateral: el Pimentel proclamó el deseo de aumentar un 20% las exportaciones de productos brasileños a China, mientras que Deming solicitó a Brasil una mayor apertura para las inversiones chinas. «Tenemos la intención y las ganas de ampliar nuestras inversiones en Brasil, sobre todo en infraestructura, turismo y tecnología verde», declaró Deming.

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