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Muere un policía tras unos enfrentamientos con indígenas en Colombia

Bandera de Colombia

El enfrentamiento entre nativos y miembros del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (Esmad) ocurrió en una finca azucarera en las afueras del municipio de Caloto. Un policía murió hoy tras un enfrentamiento entre fuerzas antidisturbios y más de 300 indígenas del departamento colombiano de Cauca (suroeste) que se oponían al desalojo de un predio que reclaman como propio desde el año pasado, informaron fuentes oficiales.

El enfrentamiento entre nativos y miembros del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (Esmad) ocurrió en una finca azucarera en las afueras del municipio de Caloto.

El comandante de la Policía Nacional, general Jorge Nieto, confirmó que la muerte del uniformado se produjo por el disparo de un arma de fuego.

«Las personas que están allí (en la finca La Emperatriz) están utilizando armas de fuego. No se explica uno porque ellos usan armas de fuego contra un funcionario que está cumpliendo un deber», señaló el alto oficial en diálogo con la emisora Caracol Radio.

Asimismo, Nieto detalló que el uniformado falleció cuando era trasladado junto a otros siete uniformados que resultaron heridos a una clínica de Cali, capital del vecino departamento de Valle del Cauca.

Por su parte, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) señaló en un comunicado que los miembros del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (Esmad) de la Policía entraron a la finca «destruyendo sembrados y cambuches (viviendas de paso hechas con materiales rústicos)».

«Hasta el momento reportan cuatro comuneros heridos, los cuales no han podido ser trasladados al puesto de salud porque la Fuerza Pública no deja entrar la ambulancia para que pueda recibir atención médica», denunció el CRIC.

Los nativos que ocupan las fincas, que suman cerca de 20.000 hectáreas, aseguran que no saldrán de allí hasta tanto el Gobierno cumpla con lo pactado en años anteriores acerca de la titulación de tierras que ellos aseguran les pertenecen desde tiempos ancestrales.

Según los aborígenes, las tierras deben ser entregadas a ellos como resarcimiento por haber padecido varias masacres, en una zona afectada por el conflicto armado que azota al país desde hace más de 50 años.

Una de las masacres fue la ocurrida en la finca El Nilo en 1991, en donde murieron 21 indígenas a manos de paramilitares de derecha que se desmovilizaron entre 2003 y 2006, durante el Gobierno del ex presidente Álvaro Uribe.

Desde finales de febrero de 2015, decenas de indígenas y uniformados han resultado heridos o golpeados en los frecuentes enfrentamientos en medio de los intentos de desalojo.

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