En pleno siglo XXI, todavía puede ser rentable y necesario ‘hacer las Américas’, es decir cruzar el ‘charco’ en busca de fama y fortuna. Algo que ha hecho no hace mucho la pianista madrileña Marta Sánchez, líder del Marta Sánchez Quintet, que ahora reside en Nueva York. En pleno siglo XXI, todavía puede ser rentable y necesario ‘hacer las Américas’, es decir cruzar el ‘charco’ en busca de fama y fortuna. Algo que ha hecho no hace mucho la pianista madrileña Marta Sánchez, líder del Marta Sánchez Quintet, que ahora reside en Nueva York.
Y en esa ciudad, considerada desde siempre como la capital mundial del jazz, Marta ha empezado a encontrar por fin el reconocimiento que merece. Aunque para conseguirlo haya tenido que empezar desde abajo y patear los escenarios de los clubs.
Sucede que el último disco de la madrileña, una delicia titulada ‘Partenika’, ha siso incluido por Ben Ratliff, el prestigioso crítico de The New York Times, en su lista de los mejores álbumes de 2015.
Una selección que, además, no está dedicada exclusivamente al jazz y en la que Sánchez comparte honores con las nuevas estrellas estadounidenses del rap, como el multivendedor Kendrick Lamar o del folk posmoderno, como Joanna Newson, entre otros.
En opinión de Ratlif, «Ms. Sánchez escribe potentes melodías, a veces cercanas al folk», pero también funciona como una líder amable que da completa libertad a su banda para buscar variaciones y alternativas en los temas.
Muchos aficionados madrileños al jazz compartirán ese punto de vista. Los mismos que, sin duda, se alegran del éxito internacional de Marta, aunque echen un poco de menos a una pianista que antes de su viaje animaba con su activismo el reducido circuito de club de jazz de la capital.
