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Luis Pastor

La democracia y las urnas aún era una vaga promesa y Vallecas un barrio de aluvión y chabolas en el que se hacinabanlos perdedores del crecimiento económico desigual promovido por los planes de desarrollo. Un barrio que quería cambiar su suerte y nhimnos. Y Luis Pastor los escribió. La democracia y las urnas aún era una vaga promesa de futuro y Vallecas un barrio de aluvión y chabolas en el que se hacinaban y sobrevivían los perdedores del crecimiento económico y desigual promovido en los sesenta por los planes de desarrollo del franquismo. Un barrio que quería cambiar su suerte y necesitaba himnos. Y Luis Pastor puso la música.

Nadie hablaba todavía de ‘cinturón rojo’, cuando se refería a aquellos enclaves obreros que se movilizaban en busca de la dignidad perdida. Y nadie podía prever lo que vendría luego. El estallido de la libertad y el advenimiento del sufragio universal, sí. Y también el posterior desencanto, la caída en desgracia y los disparos de fuego amigo que tan letales resultaron.

Los cánticos de Pastor, su poesía urgente y sus apresurados arpegios, capaces de sonar ‘bien armados’ en cualquier guitarra callejera, se popularizaron primero en conciertos pequeños, al calor del activismo emergente, en los colegios mayores y las asociaciones de vecinos, lejos de las radios o las televisiones, pero cerca del pueblo al que glosaban.

Hasta el punto de que aquel repertorio ya era bien conocido mucho antes de que el cantautor hubiera soñado siquiera con entrar en un estudio de grabación y reunir aquellas canciones en un disco. Pero también eso llegaría a ser posible en aquel tiempo prodigioso y, así casi inesperadamente surgió en 1976 una joya titulada ‘Vallecas’.

Y ese disco, con el que soñaron a la vez el autor y el público al que estaba destinado, y que se materializó gracias a la nunca bien ponderada labor del sello Gong de Movieplay y a la entusiasta producción de Antonio Gómez, ha sido reeditado ahora con todos los honores que le corresponden a un clásico. En una edición remasterizada y con los inéditos y extras correspondientes.

Una gran noticia para los seguidores de Luis Pastor y para todos los aficionados a la música capaz de mantenerse viva frente al paso del tiempo. Por eso, no dudamos que tanto los unos como los otros acudirán puntualmente el próximo 11 de junio al Auditorio de Vallecas para asistir al concierto en que este artista entrañable revivirá sobre las tablas sus canciones más queridas.

Ahora, cuando el cambio vuelve a estar en el aire el sonido de estas viejas canciones está ahí para recordar las promesas incumplidas, sí, y también el trabajo que queda por hacer. Atrévanse a recuperarlas. Parece que ese joven Luis Pastor que nos habla desde el túnel del tiempo, las hubiera escrito ayer. Y son tan necesarias como entonces.

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