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Los líderes de América Latina, contra la especulación en el mercado de materias primas agroalimentarias

La inestabilidad en los precios de las materias primas agroalimentarias se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los grandes productores mundiales como Brasil, Chile o Argentina. Por eso, líderes de la talla de Lula da Silva o Michelle Bachelet han aprovechado la última Cumbre de la FAO celebrada en Roma para criticar la especulación que acecha a este mercado. La ausencia de las grandes potencias mundiales causó cierto malestar entre los presidentes de una región que teme que la inestabilidad de los precios le obligue a pasar de exportador a importador de alimentos. La inestabilidad en los precios de las materias primas agroalimentarias se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los grandes productores mundiales como Brasil, Chile o Argentina. Por eso, líderes de la talla de Lula da Silva o Michelle Bachelet han aprovechado la última Cumbre de la FAO celebrada en Roma para criticar la especulación que acecha a este mercado. La ausencia de las grandes potencias mundiales causó cierto malestar entre los presidentes de una región que teme que la inestabilidad de los precios le obligue a pasar de exportador a importador de alimentos.

Excepto el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, los líderes de los principales países industrializados del mundo han eludido participar en una cita, donde sí ha estado presente el mandatario brasileño, Lula da Silva, quizá el principal presidente de un país en desarrollo, por su popularidad mundial y el peso que ha adquirido su figura en los últimos tiempos. También acudió la presidenta de Chile, Michele Bachelet, y otros líderes latinoamericanos. Todos fueron muy críticos con la actitud de los países desarrollados en este tema de vital importancia.

Fernando Lugo, presidente de Paraguay, acusó a la “liberación sin control” de haber convertido a los países exportadores de alimentos en importadores y pidió la actuación de la comunidad internacional porque “en estos dos años hemos retrocedido diez años en la lucha contra este flagelo del hambre, la desnutrición y la muerte”.

Según los datos de la FAO, el número de personas que padecen hambre en el mundo superó la barrera de los mil millones, pasando de los 850 millones en 2008 a los 1.020 de este año a raíz de la crisis económica.

Políticas Injustas. Así calificó el presidente paraguayo a las políticas de EEUU y de la Unión Europea “donde grandes perceptores se han lucrado, distorsionando los mercados y afectando a miles de explotaciones familiares del sur del mundo”, según informa AFP.

Lugo pidió a todos los asistentes en Roma que ahondasen esfuerzos para que las economías convivan con las grandes empresas agrícolas comerciales, para que, bajo ningún concepto se produzca la exclusión o destrucción.

Varios expertos consultados por la agencia estadounidense Bloomberg han advertido que el precio del arroz podría situarse en menos de un mes en los 1.000 dólares por tonelada, lo que supondría una revalorización del 100%.

La sequía en La India y el efecto de algunos huracanes en los países asiáticos que acaparan la producción puede desencadenar una oleada de alzas en los precios que tendría su explosión final en la próxima primavera.

Futuros. Otro temor de los analistas consultados por Bloomberg es la acción de los especuladores que han vuelto a negociar volúmenes altos en los mercados de futuros de materias primas agroalimentarias. El dinero barato que proporcionan los bancos centrales del mundo para solucionar la crisis de liquidez, podría estar en el fondo de este proceso.

La necesidad de encontrar inversiones de alta rentabilidad ante la caída de los tipos de interés de los depósitos y de la deuda pública que, al menos por el momento, aún mantiene una tendencia creciente, fuerzan este tipo de operaciones entre los gestores de fondos que buscan nuevos nichos de ganancias para la gestión de sus carteras.

La acción de los financieros trae malos recuerdos. Los observadores recuerdan también que en la crisis de los precios agroalimentarios que se desencadenó en el verano de 2008, uno de los primeros síntomas del repunte fue, precisamente, una rápida subida en los precios del arroz.

Los empresarios también han mostrado su preocupación por el asunto. Es el caso de Peter Brabeck-Letmathe, presidente de la multinacional alimenticia Nestlé, que ha advertido recientemente que la inestabilidad en los precios de las materias primas agrícolas se ha convertido en una característica de los mercados globales debido a las operaciones de especulación.

En opinión de este alto ejecutivo del sector agroalimentario, el hecho de que los precios de algunas de las materias primas básicas hayan vuelto a caer, no marca una tendencia todavía. El problema es que continúan siendo muy volátiles y oscilan por encima de las cifras del 2006.

Justo en el momento previo al desencadenamiento de la actual crisis global y dos años antes del repunte de 2008, cuando empezó a hablarse por primera vez en este siglo de una macrocrisis alimentaria.

El temor está otra vez ahí, aunque ahora los principales líderes del mundo parezcan ajenos ante el problema. Para el directivo, los políticos tienen la obligación moral de crear un mecanismo para estabilizar los precios de las materias primas agrícolas.

Según el presidente de Nestlé, un relativo equilibrio entre la oferta y la demanda del mercado de granos mantuvo los precios relativamente estables durante las últimas décadas, sin embargo, ese equilibrio se ha roto debido a la acción de los especuladores y, también, a la creciente demanda de los consumidores, particularmente los asiáticos. La generalización de la bioenergía también ha influido de forma decisiva en este aumento de su precio.

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