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Los griegos se resisten a usar el dinero de las pensiones para pagar la deuda

Hay un economista en Atenas que empieza a cosechar una popularidad significativa después de criticar, entre otras cosas, que los fondos de pensiones públicos helenos tengan que pagar parte de la deuda que debe el país a sus acreedores. Se llama Leonidas Vatikiotis y advierte que el dinero de las pensiones de los griegos va a ser utilizado para pagar a los acreedores internacionales. Hay un economista en Atenas que empieza a cosechar una popularidad significativa después de criticar, entre otras cosas, que los fondos de pensiones públicos helenos tengan que pagar parte de la deuda que debe el país a sus acreedores. Se llama Leonidas Vatikiotis y advierte que el dinero de las pensiones de los griegos va a ser utilizado para pagar a los acreedores internacionales.

Según el grupo de expertos que lidera Vatikiotis, en el canje de deuda que tienen que aprobar los acreedores del país este jueves «la mayor carga la soportarán los fondos de pensiones públicos de Grecia», que poseen unos 30.000 millones de euros en bonos y perderán unos 12.000 millones en la transacción.

De hecho, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha reconocido que este punto de vista es cierto y prometió que, como indemnización, se transferirán recursos públicos a estos fondos. Esto es algo que el economista griego considera insuficiente, pues asegura que se trata de propiedades cuyo valor inmobiliario decrece cada día.

Los cálculos de Vatikiotis establecen que de los 130.000 millones de euros en nuevas ayudas que ha aprobado la troika, 30.000 millones de euros en dinero líquido serán utilizados como incentivo para la banca privada extranjera y al menos otros 35.000 millones se destinarán a recapitalizar los bancos griegos, a pesar de que según los cálculos del centro de investigaciones KEPE las pérdidas de éstos no serán mucho mayores a 17.600 millones de euros.

Los fondos de pensiones tienen que reunirse este martes y ver si aprueban el trato que les ha presentado Venizelos. Los líderes sindicales de todo el país, abrazando la explicación de Vatikiotis, ya han clamado en contra de utilizar el dinero de los pensionistas para pagar a entidades tanto nacionales como extranjeras.

De hecho, todos los ojos están puestos esta semana en el canje de deuda entre los acreedores y las autoridades de Grecia, y que si nada cambia tendría que darse este próximo jueves. ¿Quiénes son los acreedores privados? Además de los fondos ya mencionados, están los fondos de inversión y hedge funds (70.000 millones de euros), los bancos griegos (50.000 millones de euros) y los extranjeros (40.000 millones de euros). Por último, las aseguradoras europeas tienen 15.000 millones de euros.

Si aceptan el canje estos inversores privados participarían en el segundo rescate del país heleno soportando una quita del 53,5%. Es decir, por cada 100 euros de los antiguos bonos, los inversores recibirán 31,5 euros en nuevos títulos griegos y 15 euros en títulos del EFSF con un vencimiento de dos años. Esto reduciría la deuda helena en unos 100.000 millones de euros y situaría el ratio deuda PIB en un 120% en el 2020.

Por el momento, una docena de miembros del comité negociador en representación de los acreedores privados de Grecia han anunciado su apoyo e intención de tomar parte en el programa para el canje de la deuda soberana griega. En concreto, los bancos, aseguradoras y gestores de activos que ya han expresado su apoyo a este programa de canje de deuda son Allianz, Alpha Bank, Axa, BNP Paribas, CNP Assurances, Commerzbank, Deutsche Bank, Eurobank EFG, Greylock Capital Management, ING Bank, Intesa San Paolo y National Bank of Greece.

El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) no ha querido desvelar qué volumen del canje representan y sólo han dicho que se trata de inversores muy importantes. Fuentes cercanas a la operación citadas por Reuters calculan que los inversores que han aceptado el canje supondrían unos 90.000 millones de euros (menos del 50%), con lo que el éxito de la operación todavía no estaría asegurado.

El IIF ya ha lanzado una advertencia este martes al decir que la banca internacional tendría que recapitalizar 160.000 millones de euros de no darse un acuerdo en relación al canje. El máximo responsable de este instituto es Josef Ackermann, consejero delegado de Deutsche Bank.

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