La nueva Bolsa de Valores Pública que ha iniciado su andadura en Venezuela tiene futuro. Eso al menos aseguran los analistas consultados por Americaeconomica.com, que consideran que puede convertirse en un medio para acceder al dólar, moneda de circulación muy restringida en el país. El Gobierno chavista pondrá de su parte. Con exenciones de impuestos, entre otras medidas, parece decidido a que la Bolsa Bicentenario, que así ha sido bautizada, adquiera importancia. La nueva Bolsa de Valores Pública que ha iniciado su andadura en Venezuela tiene futuro. Eso al menos aseguran los analistas consultados por Americaeconomica.com, que consideran que puede convertirse en un medio para acceder al dólar, moneda de circulación muy restringida en el país. El Gobierno chavista pondrá de su parte. Con exenciones de impuestos, entre otras medidas, parece decidido a que la Bolsa Bicentenario, que así ha sido bautizada, adquiera importancia.
El contexto económico del país ayudará sobremanera al inicio y futuro de la Bolsa Bicentenaria. La debilidad de la Bolsa privada, tras el cierre por parte del Estado de 50 corredurías en 2009 acusadas de lavado de dinero, así como, y esto es lo más importante, las dificultades para obtener dólares de la mano del Cadivi o el Sitme, entidades públicas que los proporcionan, han creado cierta expectación.
Lo cierto es que muchas empresas privadas venezolanas, así como inversores individuales, buscan adquirir dólares estadounidenses. El acceso a estos, después de que el mercadeo del dólar paralelo haya perdido operatividad, es francamente complicado, por lo que a demanda es amplia.
Algunos expertos, sin embago, consideran que la apertura de la Bolsa Bicentenario no facilitará la entrada de dólares. Argumentan que el Gobierno simplemente realizará un trasvase de los que maneja en el Cadivi y el Sitme. De ser así, la situación seguiría siendo similar. El Estado mantendría el control ferrero sobre la tenencia de dólares.
Por el contrario, no parece que esto vaya a ser así al menos al principio. Los incentivos para que la Bolsa funciones no son únicamente coyunturales. El nuevo parquet inició ayer su andadura con la puesta en venta de acciones de dos empresas privadas, Envases Venezolanos y Toyota (Services) de Venezuela. Las últimas noticias en este sentido hacen referencia a PDVSA, la petrolera nacional, que recibió la autorización para emitir obligaciones por un monto de hasta 3.150 millones de dólares estadounidenses a un 8,5% fijo anual, pagadero semestralmente, con vencimiento a 7 años, el cual será adquirido a una tasa de 4,30 bolívares por dólar y está exonerado del pago de Impuesto Sobre la Renta.
El inicio, por tanto, parece prometedor, y el futuro, según los expertos consultados por Americaeconomica.com, también. Lo cierto es que el Gobierno venezolano está decidido a que la Bolsa Bicentenaria vaya tomando relevancia paulatina. La exención del pago del impuesto sobre la renta para aquellos que compren obligaciones en dólares de PDVSA busca alentar dicha toma de importancia.
Los expertos consultados consideran que podría darse una situación curiosa. Muchas empresas podrían acudir a esta nueva Bolsa como un medio de congraciarse con el Gobierno de Hugo Chávez, que mantiene una actitud bastante agresiva con ciertas empresas privadas, principalmente las más grandes. A su vez, el ejecutivo ha animado a estas empresas y a los bancos, algunos de los cuales ha amenazado con expropiar, a que participen en la Bicentenario.