Importantes empresas brasileñas han llegado a Bolivia con la intención de hacer negocios en sectores como la minería, la electricidad, la construcción de carreteras, la industrialización de gas natural o la aviación. Representantes de las compañías Electrobras, Vale do Rio, Braskem, Andrade Gutiérrez, OAS, Odebrecht y Embraer se han reunido con el vicepresidente Álvaro García Linera para mostrarle su interés de cooperar en diferentes ámbitos de la actividad económica. Importantes empresas brasileñas han llegado a Bolivia con la intención de hacer negocios en sectores como la minería, la electricidad, la construcción de carreteras, la industrialización de gas natural o la aviación. Representantes de las compañías Electrobras, Vale do Rio, Braskem, Andrade Gutiérrez, OAS, Odebrecht y Embraer se han reunido con el vicepresidente Álvaro García Linera para mostrarle su interés de cooperar en diferentes ámbitos de la actividad económica.
La delegación empresarial ha llegado al país andino acompañada de una comitiva oficial del Gobierno brasileño, que está encabezada por Marco Aurelio García, asesor de Asuntos Internacionales del presidente Lula da Silva. Además, la comitiva ha estado integrada por funcionarios de la Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI) y del Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Sebrae), así como de los ministerios de Desarrollo Agrario, de Minas y Energía, y de Desarrollo Industrial y Comercio.
Marco Aurelio García ha asegurado que el Gobierno brasileño podría invertir en la construcción de obras de caminos, en proyectos hidráulicos y en la industrialización del gas y el litio del salar de Uyuni. Según García, existe la intención de financiar la instalación de un polo energético.
Según ha asegurado el embajador brasileño en La Paz, Federico Cesar de Araujo, la minera Vale do Rio, la principal productora de hierro del mundo, va a proponer una inversión de unos 1.000 millones de dólares para producir cloruro de potasio en el salar de Uyuni.
La delegación empresarial también incluye a representantes de Braskem, que ha anunciado en varias ocasiones que planea una inversión de hasta 2.000 millones de dólares en una planta petroquímica.