Las importaciones se han disparado en Venezuela y ya suponen el 33,1% de los servicios a los que los consumidores pueden acceder en el país. Para la prensa internacional, el crecimiento de las importaciones supone una señal de desequilibrio de la economía. Las importaciones se han disparado en Venezuela y ya suponen el 33,1% de los servicios a los que los consumidores pueden acceder en el país. Para la prensa internacional, el crecimiento de las importaciones supone una señal de desequilibrio de la economía.
Las cifras del Banco Central han señalado que en el segundo trimestre del año las importaciones representan más de un 33% de la oferta total, de todos los productos y servicios que los consumidores pueden comprar en Venezuela. La cifra es de las más elevadas de los últimos años. En 2011 la tasa ha estado en el 29,5% y en 1998 superaba por muy poco el 21%.
La prensa especializada mantiene que desde 2010, el Gobierno ha mantenido fijo el precio del dólar con el que se compran la mayoría de los productos importados, lo que ha permitido desacelerar la inflación, pero crecen las dudas sobre la posibilidad de mantener el tipo de cambio oficial en 4,30 bolívares.
Por otro lado, el gasto del Gobierno ha aumentado a cotas que superan al ingreso proveniente del petróleo y la recaudación de impuestos, por lo tanto, según apuntan los diarios venezolanos, no ha tenido más remedio que endeudarse a gran velocidad, un factor que también potencia la devaluación.
Después de los descuentos en la deuda que se han producido, la estrategia ha consistido en endeudarse en bolívares, tras descontarse la deuda vencida y pagada, las facturas han aumentado 50.000 millones de bolívares, lo que es el endeudamiento más grande en trece años.
