Las empresas privadas argentinas se han convertido en el último punto de presión para que el Gobierno de Cristina Fernández concluya el proceso de reestructuración de la deuda que el país mantiene con los tenedores que no aceptaron el canje en 2005. Según fuentes consultadas por Americaeconomica.com, una de las más interesadas es Grimoldi, el mayor fabricante de calzado no deportivo de Argentina, que ya estudia la posibilidad de emitir papeles en el mercado internacional el próximo año para financiar su plan de inversiones. Las empresas privadas argentinas se han convertido en el último punto de presión para que el Gobierno de Cristina Fernández concluya el proceso de reestructuración de la deuda que el país mantiene con los tenedores que no aceptaron el canje en 2005. Según fuentes consultadas por Americaeconomica.com, una de las más interesadas es Grimoldi, el mayor fabricante de calzado no deportivo de Argentina, que ya estudia la posibilidad de emitir papeles en el mercado internacional el próximo año para financiar su plan de inversiones.
La compañía presidida por Alberto Grimoldi sabe que hasta que el país no solucione sus compromisos financieros con el exterior, los inversores no confiarán del todo en los activos locales. Pero el ministro de Economía Amado Boudou ya ha anunciado que presentará una propuesta a los tenedores de bonos en mora en los próximos 30 días, con el objetivo de poder emitir a comienzos de 2010 en los mercados internacionales.
El país podrá resolver así su deuda con el Club de París, una operación que Boudou espera tener cerrada antes de que finalice el año, tal y como anunció durante la última Cumbre del G 20.
Aunque los expertos ven poco probable que el Gobierno alcance, o quiera alcanzar este objetivo, lo cierto es que desde el anuncio del ministro la prima de riesgo de Argentina ha registrado un fuerte descenso.
En concreto, el precio por asegurar deuda estatal argentina con vencimiento a cinco años por valor de 10.000 dólares se situaba al cierre de octubre en 165 dólares, un 74% menos que al cierre de 2008, cuando los CDS (Credit Default Swaps) se pagaban a 743,5 dólares.
El pasado mes de junio la compañía vendió 30 millones de pesos (7,9 millones de dólares) en bonos con vencimiento en 2011 en el mercado local. Grimoldi, que cuenta con unos ingresos anuales de aproximadamente 100 millones de dólares, planea invertir un millón el próximo año en maquinaria para impulsar la producción en su planta en la provincia agrícola de Santa Fe.
La compañía también planea abrir 15 tiendas, con lo que registrará un total de 110 locales a mediados de 2011. Las previsiones de la firma apuntan a que el volumen de ventas crecerá entre un 12% y un 14% en 2010, tras un descenso del 4% en medio de la recesión de este año.
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