Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

La sombra de la corrupción salpica a los posibles sustitutos de Dilma Rousseff

Michel Temer, vicepresidente de Brasil

El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, son los dos nombres que más suenan para sustituir a la presidenta Dilma Rousseff si llega a ser destituida. Sin embargo, ambos tienen cosas de las que preocuparse. El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, son los dos nombres que más suenan para sustituir a la presidenta Dilma Rousseff si llega a ser destituida. Sin embargo, ambos también tienen cosas de las que preocuparse: su supuesta relación con la corrupción.

Temer, que sería el sucesor más obvio teniendo en cuenta que ha ejercido de mano derecha de la mandataria durante años, también se enfrenta a un impechament por las mismas razones que la que de momento sigue siendo la líder brasileña: estar acusados de realizar ciertas prácticas ilegales para equilibrar el presupuesto mediante préstamos de bancos públicos. Además está acusado, como recuerdan los medios latinoamericanos, de haber participado en compras de etanol ilegales.

En cualquier caso, y pese a que podría correar la misma suerte que la presidenta brasileña, Temer y su partido (el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, PMDB) ya han anunciado que como líder del Gobierno darán prioridad a las reformas económicas y sociales y harán todo lo posible para cambiar el rumbo del país, que se encuentra en medio de su crisis más profunda.

Otro de los candidatos a sustituir a Rousseff es el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha. El líder de la Cámara Baja ha sido una de las personas más críticas con la que antaño fuera de las presidentes más queridas de Latianoamérica, aunque también tiene sus propios problemas, ya que puede perder su cargo por haber mentido sobre la posesión de cuentas en el extranjero en el entorno del escándalo de corrupción de la empresa estatal Petróleos Brasileños (Petrobras).

Dicho caso ha involucrado tanto a empresarios como políticos de la talla del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva o el propio Cunha. Además, y tras más de dos años desde que saltase a la opinión pública, las acciones de la compañía han perdido gran parte de su valor en la Bolsa de Valores de Sao Paulo (Bovespa).

Ante ello, los brasileños se han echado a las calles para dejar claro una y otra vez que no están dispuestos a seguir soportando que la compañía que fuera su sello de identidad del país siga descalabrándose. La crisis de Brasil parece haber alcanzado su punto más alto: economía, política y sociedad están ‘patas arriba’.

Más información

Scroll al inicio