Ya no hay duda, la gran Marisol Hernández, y sus aguerridos colegas de La Santa Cecilia están a punto de culminar su plan perfecto y convertirse en la gran referencia musical latina del mercado estadounidense. Y les sobran argumentos. Ya no hay duda, la gran Marisol Hernández, y sus aguerridos colegas de La Santa Cecilia están a punto de culminar su plan perfecto y convertirse en la gran referencia musical latina del mercado estadounidense. Y les sobran argumentos.
Curtidos sobre los escenarios de los clubs y acostumbrados a las largas sesiones de baile tradicionales en los circuitos latinos, la banda se ha ido haciendo grande poco a poco, gracias a un sonido propio y poderoso que no pasó desapercibido para los ‘gourmets’ de la buena música.
Bendecidos por los Grammy Latinos en 2014, los componentes de La Santa Cecilia, dieron muestras de su eclecticismo sin fronteras y su perfecta pronunciación bilingüe, colaborando con Elvis Costello, el gran autor pop británico que ahora ejerce de marido de la diva canadiense Diana Krall.
Su último single, titulado ‘Calaverita’, es un trallazo bailable y juguetón que inventa una suerte de nuevo género, la cumbia californiana. Nada extraño en un grupo que establece su territorio en un reino de taifas situado entre Celia Cruz y los Beatles.
Pero su osadía no ha quedado ahí. Por suerte para nosotros. Marisol y los suyos se atreven con lo que haga falta y, además, se las apañan para salir airosos. Y si no me creen busque por ahí su fastuosa versión de ‘Strawberry Fields Forever» y luego me lo cuentan.
Ahora esta amalgama de músicos procedentes de México y EEUU parecen dispuestos a alcanzar el éxito global una vez completada la conquista de sus mercados naturales. Y, seguramente lo conseguirán, porque es difícil resistirse a su combinación letal de vitalidad y ritmo.
