Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

La Fiscalía general de México participa en investigación del asesinato de María Villar

Bandera de México

La sobrina del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, apareció muerta en la ciudad mexicana de Toluca después de ser secuestrada, según confirmó hoy el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo. La Procuraduría General de la República, máxima instancia de investigación de México como Fiscalía General, participa en las investigaciones del secuestro y asesinato de María Villar, sobrina del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar.

«Las autoridades de procuración de justicia federal y locales trabajan en coordinación y en el ámbito de sus respectivas competencias para el esclarecimiento de los hechos y la captura de quienes resulten responsables», se informó mediante un comunicado.

Las investigaciones están a cargo de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) desde el 15 de septiembre, dos días después del secuestro, fecha en la que fue notificada.

Las autoridades mexicanas indicaron que Villar fue vista por última vez el 13 de septiembre en la zona oeste de Ciudad de México y que al día siguiente sus presuntos secuestradores se pusieron en contacto con la familia para exigir el pago de un rescate.

Ese día la familia de Villar hizo un pago y se comunicó el secuestro a la Policía Federal, que «dio parte a la SEIDO el 15 de septiembre, iniciando la Carpeta de Investigación correspondiente», indicó la Fiscalía General.

No obstante, ese mismo día se encontró el cuerpo sin vida de una mujer en el municipio de Santiago Tianguistenco, Estado de México, cerca de la ciudad de Toluca.

La mujer resultó ser María Villar. La identidad se confirmó plenamente apenas el martes, fecha en que dio a conocer lo ocurrido el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo, en Madrid.

Según relató el ministro a la cadena de radio ‘Onda Cero’, los secuestradores recorrieron con la fallecida varios cajeros automáticos para sacar dinero y después se pusieron en contacto con la familia, que lo comunicó a las autoridades españolas.

«Se había pagado la cantidad, aunque inferior a la que pedían, y creíamos que iba a salir sana y salva, y por desgracia no ha sido así», explicó Margallo.

Más información

Scroll al inicio