La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha rebajado la perspectiva de crecimiento de los países que lo componen a un 1,9%, cuatro décimas menos que su informe semestral de perspectivas de noviembre. En el caso de los países latinoamericanos se observan diferencias. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha rebajado la perspectiva de crecimiento de los países que lo componen a un 1,9%, cuatro décimas menos que su informe semestral de perspectivas de noviembre. En el caso de los países latinoamericanos se observan diferencias.
En México se espera un avance de 2,9% frente a la subida del 2,6% vaticinada en noviembre del año pasado gracias a la demanda de EEUU que se ve potenciada por la devaluación del peso frente al dólar.
Por su parte, en Chile, lo ha rebajado al 2,9% desde un 3,2% previo, debido principalmente a factores externos aunque también a la caída en el precio de las materias primas o a la crisis del petróleo.
También bajada de expectativas para Colombia, donde el organismo ha decidido pasar de los avances del 4,4% previo al 3,3% actual, lo que es más de un punto porcentual y se apoya en la reducción de la inversión y las exportaciones debido a una caída en el precio de los productos básicos y una ralentización del gasto público.
Brasil es uno de las peor parados del estudio, pues para el país presidido por Dilma Rousseff, la OCDE vaticina una caída del 0,8% en su economía, lo que es una gran diferencia con el avance del 1,5% esperado en el informe de noviembre. En el caso brasileño, el organismo achaca la caída en la economía a la inflación y al deterioro de las condiciones fiscales.
En líneas generales, la OCDE ha rebajado en cuatro décimas el crecimiento medio de los países que conforman el organismo hasta el 1,9%. A escala mundial, el producto Interior Bruto (PIB) se situará en el 3,1%, por debajo del 3,7% previo.
