El profundo deterioro económico ha obligado a los diferentes gobiernos de Sudamérica a aumentar los impuestos indirectos, como el IVA, con el fin de asegurar un incremento de la recaudación que compense la debilidad de los ingresos en las arcas públicas. La crisis obliga a Latinoamérica a subir los impuestos El profundo deterioro económico ha obligado a los diferentes gobiernos de Sudamérica a aumentar los impuestos indirectos, como el IVA, con el fin de asegurar un incremento de la recaudación que compense la debilidad de los ingresos en las arcas públicas.
Según KPMG, el IVA medio de la región se incrementó tres décimas el año pasado al pasar del 15,9% al 16,2% y las subidas continúan. El último país es sumarse a esta tendencia fue México. La semana pasada la Cámara de los Diputados aprobó un aumento del IVA del 15% al 16% (sin afectar a alimentos y medicinas).
Entre otros, también se acordaron subidas para bebidas alcohólicas, tabaco, loterías y para Internet y la televisión por cable. Estas subidas tributarias buscan compensar parte del agujero fiscal de más de 23.000 millones de dólares que ha provocado la caída de la recaudación por la menor actividad económica y el desplome de los precios del petróleo, del que México obtiene el 30% de sus ingresos públicos.
El contexto de crisis no afecta sólo a Latinoamérica. En Europa también han registrado datos negativos.El último estudio anual de KPMG International, que analiza la evolución de la fiscalidad en 116 países, establece que el año pasado los Estados europeos aumentaron de media el IVA en tres décimas, al pasar del 19,5% al 19,8% y da por hecho que la tendencia continuará a lo largo del próximo año, hasta al menos el 20%.
España aún se quedará por debajo de la media ya que a pesar de la subida prevista para julio del año que viene, la tributación será del 18% y muy lejos del tipo más alto, situado en el 25%, de Suecia, Noruega, Dinamarca y Hungría. También se quedará por debajo de las grandes potencias europeas como Alemania (19%), Francia (19,6%) o Italia (20%).
Alberto Estrelles, socio responsable del Área de Impuesto sobre Sociedades de KPMG Abogados, ha afirmado que los impuestos sobre el consumo constituyen una fuente de ingresos a la que pocos gobiernos pueden resistirse. Estrelles ha manifestado también que su aplicación no depende de beneficios empresariales, ya que ofrecen un flujo continuo de ingresos y generalmente se recaudan con mucha más rapidez que los impuestos sobre las sociedades.
Hasta ahora los impuestos sobre sociedades han tendido a disminuir cada año mientras que los que gravan el consumo apenas han variado. Así, que en los últimos cinco o seis años han sido los ingresos por los gravámenos indirectos los que han contribuido cada vez más en las cuentas públicas.
El estudio ‘Corporate and Indirect Tax Rate Survey’ también revela que este año se ha paralizado el descenso progresivo que se ha observado en los últimos años en los tipos impositivos del impuesto sobre sociedades en Europa y Latinoamérica. Sin embargo, aunque puede tratarse de una pausa, para los expertos de KPMG “existen indicios claros de que cualquier recorte adicional se compensará con restricciones generalizadas en las deducciones fiscales y con una aplicación más estricta de la normativa.