El banco portugués nunca negó el apoyo a la petrolera venezolana cuando las entidades internacionales ponían trabas para financiar sus nuevos proyectos de expansión. Cuando la banca internacional ponía trabas y peros para financiar los nuevos proyectos de expansión de Pdvsa en Venezuela y en la región, el Banco Espírito Santo, el más antiguo y emblemático de Portugal, nunca negó su apoyo. La entidad ha mantenido excelentes relaciones con altos cargos del gobierno. Prestó más de 4.500 millones de dólares para el proyecto Jose 250 en Monagas, con el cual se prevé aumentar la explotación del gas a partir de 2015 y también firmó como avalista de Pdvsa en la construcción de la refinería de Pernambuco que procesará 280.000 barriles diarios de Brasil y Venezuela, como recuerda Konzapata.com.
Pdvsa tuvo serias dificultades para recibir el dinero para invertir en la refinería después del acuerdo firmado en 2006 por Chávez y Lula. El propio presidente venezolano se había quejado públicamente por las trabas de Brasil para aceptar las garantías de la petrolera venezolana.
De acuerdo a las citadas informaciones, Pdvsa se presentó al proyecto con el 75% de avales del Banco Espírito Santo, pero el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil rechazó el esquema por considerar que la entidad, afectada por la crisis de deuda de los países periféricos de Europa, no tenía fortaleza suficiente. El Banco de Desarrollo de Brasil estaba dispuesto a prestar 10.000 millones de dólares a Pdvsa para ejecutar parte de la operación, pero la entidad dudaba del Espírito Santo. Los acontecimientos recientes parecen haber confirmado los temores.
Venezuela tuvo que correr a pedir el auxilio del Banco de Desarrollo de China para terminar la operación y finalmente el aval del Espírito Santo se redujo hasta niveles de riesgo bajos: el 25% del importe.
Ayer El País de Madrid señalaba que de las deudas conocidas, “solo se sabe que con Portugal Telecom la deuda es de 900 millones y con Petróleos de Venezuela en torno a 1.200. Todo esta confusión está incidiendo en el Banco, que tienen el 20% del mercado nacional y más del 37% de los préstamos empresariales”.
La situación del Espírito Santo no solo repercute en la Bolsa de Lisboa, sino que ya arrastra a otras europeas y también a Wall Street, donde cotizan empresas participadas del grupo”. O sea, que el coletazo en Venezuela será más fuente de los que se había anticipado.
El que fue el banco más sólido, tradicional y familiar de Portugal ya ha transformado su modelo de negocios en los últimos años. La entidad salió a la conquista de plazas internacionales donde las excolonias portuguesas, España y Venezuela eran los mercados más apetecibles.
La familia de propietarios han puesto la entidad en riesgo por sus inversiones particulares. En Angola se ha descubierto un paquete 6.000 millones de euros por préstamos de dudoso cobro, irregularidades por más de 1.300 millones y problemas con Hacienda y la justicia.
El banco ha recibido demandas en España por pérdidas en las que sus depositantes, clientes adinerados en su totalidad, habían incurrido por las malas inversiones de la entidad. Incluso el Tribunal Supremo español ha obligado al Espíritu Santo a devolver a los clientes el dinero perdido con fondos invertidos en estafas piramidales. Las pérdidas por fondos riesgosos y productos financieros dudosos han afectado también a clientes internacionales, entre ellos algunos altos cargos del gobierno venezolano, según explican fuentes cercanas al banco.
El secreto bancario de la sociedad en Luxemburgo, considerado prácticamente un paraíso fiscal, atrajo a grandes fortunas a las arcas de la entidad. Hoy, Espíritu Santo está al borde de la insolvencia, según Moody’s, aunque el banco ha continuado sus operaciones y ha cerrado con éxito su última ampliación de capital en junio pasado. Sus acciones, que se han desplomado un 50% desde entonces, permanecen suspendidas en bolsa y el riesgo del contagio sobrevuela de nuevo.