La empresa brasileña Eletrobras, que preside José Antonio Muniz Lopes, comenzará a construir el próximo mes de noviembre una hidroeléctrica en el sur de Nicaragua que generará 250 megavatios de energía. La inversión total del proyecto asciende a 700 millones de dólares (unos 534 millones de euros) y será financiada por el brasileño Banco Nacional de Desarrollo y Social (Bndes) y el Banco Centroamericano de Integración. Según el presidente de la eléctrica se trata del primer paso en el proceso de internacionalización de Eletrobras. La empresa brasileña Eletrobras, que preside José Antonio Muniz Lopes, comenzará a construir el próximo mes de noviembre una hidroeléctrica en el sur de Nicaragua que generará 250 megavatios de energía. La inversión total del proyecto asciende a 700 millones de dólares (unos 534 millones de euros) y será financiada por el brasileño Banco Nacional de Desarrollo y Social (Bndes) y el Banco Centroamericano de Integración. Según el presidente de la eléctrica se trata del primer paso en el proceso de internacionalización de Eletrobras.
Eletrobras, el mayor grupo eléctrico de Brasil, que es controlado por el Estado, lidera el consorcio que forma con la empresa privada Queiroz Galvao, también brasileña, para la construcción y operación de la hidroeléctrica nicaragüense, conocida como Tumarín.
Las obras aún no se han iniciado porque los representantes del consorcio todavía están negociando la adquisición de las tierras que serán inundadas por la presa. Según las previsiones la construcción del proyecto durará entre tres y cuatro años.
El presidente de Eletrobras, Muniz Lopes, ha asegurado en la prensa local que la compañía tiene adelantados los estudios para la construcción de otra hidroeléctrica en Perú con capacidad para generar 200 megavatios de energía.
Según el ejecutivo, falta por definir el porcentaje de energía de la hidroeléctrica que se quedará en Perú para poder calcular el costo de las líneas de transmisión que serán tendidas para enviar parte de la electricidad a Brasil.
Agregó que también falta definir el porcentaje de energía de la hidroeléctrica que se quedará en Perú para poder calcular el costo de las líneas de transmisión que serán tendidas para enviar parte de la electricidad a Brasil.