Los ecos del cante de Camarón de la Isla aún se escuchan en San Fernando, una de las localidades más flamencas de la provincia de Cádiz, donde nuevos valores consolidados ya como Jesús Castilla mantienen viva la llama del arte. Los ecos del cante de Camarón de la Isla aún se escuchan en San Fernando, una de las localidades más flamencas de la provincia de Cádiz, donde nuevos valores consolidados ya como Jesús Castilla mantienen viva la llama del arte.
Castilla, que ha vivido inmerso en flamenco desde su más tierna infancia, ha creado un universo sonoro propio, sin olvidarse de estudiar a fondo a los maestros. Camarón, por supuesto, pero también otros maestros como Pansequito, Chano Lobato y Manolo Caracol.
Después, Jesús ha seguido los caminos clásicos, ha intervenido y brillado en distintos concursos de cante diseminados por toda la geografía española y se ha ‘embarcado’ en compañías de espectáculos flamencos con las que ha realizado giras por medio mundo.
Un aprendizaje intenso y suficiente, para que el cantaor acumulara la sabiduría necesaria y se decidiera a compartir sus inquietudes con el público en un disco, titulado ‘La Voz De Mi Alma’, que ha lanzado con el apoyo de la productora ‘Flamenco de la Isla’.
Las críticas de los especialistas han sido buenas y han acompañado hasta el momento el esfuerzo de Castilla. Lo que no es poco en este universo, duro y complicado, de aficionados eruditos que saben valorar muy bien lo que se les ofrece.
De este cantaor se alaba el coraje de incluir en su disco de debut algunos cantes difíciles como la soleá, la seguiriya y la toná que, según los buenos conocedores, dan la verdadera medida del artista. Y para los que no sabemos tanto hay también buen cante ‘festero’. ¿Se puede pedir más?
