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Golpe de efecto…

Washington intenta coordinarse con Bruselas para dar un golpe de efecto a los mercados. Los rumores sobre la resolución final a la crisis de deuda en Europa y la ampliación del techo de gasto público en EEUU podrían acallarse muy pronto y de forma casi simultánea.

Los movimientos de especulación que han provocados estas situaciones podrían tener sus días contados si se confirma la teoría de algunos analistas consultados por EL BOLETÍN que esperan que ambos entuertos se resuelvan de forma casi pareja para mandar un mensaje contundente a los mercados que genere optimismo entre los inversores.

Según los pronósticos más premurosos, mañana mismo podría llegar desde EEUU la noticia del acuerdo entre demócratas y republicanos para elevar el techo de gasto de la mayor economía del mundo y evitar así la entrada en impagos tan pronto como el próximo día 2 de agosto.

Si se cumple este calendario, la resolución formal de este entuerto llegaría de la mano con el acuerdo para el rescate griego de los líderes del Eurogrupo a esta orilla del Atlántico, del que hoy ya se han conocido ya algunos detalles.

Este calendario, dicen los analistas, se basa en los tiempos que normalmente necesita una modificación de una normativa para ser aprobada por los órganos gubernamentales de EEUU, en cuenta atrás hacia el 2 de agosto.

El presidente Barack Obama se ha mostrado hoy mismo favorable a aumentar temporalmente el techo de gasto, como ya ocurrió a finales de 2010, en un gesto, por una parte, de acercamiento a la postura de sus opositores en el Congreso y, por otra, de confianza hacia los operadores del mercado como un mensaje de que acercará posiciones con los republicanos para evitar a toda costa la caída en impago.

Esta mano abierta de Obama podría ser, según los expertos, el comienzo de un rápido anuncio de acuerdo después de las duras disputas que los dos partidos mayoritarios de Washington mantienen entre sí desde que el pasado mes de mayo se superó el límite legal de endeudamiento, fijado en 14,3 billones de dólares (unos 10 billones de euros). Estas actitudes se entienden como un mensaje de unidad frente a la amenaza de los especuladores y las agencias de calificación crediticia que ya han desafiado también a EEUU.

La última en sumarse a este carro de presión sobre las autoridades económicas a ambas orillas del Atlántico ha sido Fitch Ratings.

Después de múltiples rebajas a bancos y estados europeos, la agencia ha amenazado con recortar su perspectiva e incluso su nota para EEUU si no se alcanza “en los próximos días […] cualquier tipo de acuerdo para incrementar el techo de deuda que incluya una reducción del gasto gubernamental”.

En Bruselas, los líderes del Eurogrupo ya han dejado que algunos detalles del acuerdo en que trabajan para salvar la economía griega se conozcan poco a poco. Un rosario de titulares que ha provocado la reducción del diferencial entre la deuda periférica y la alemana y el ‘rally’ de algunos de los principales indicadores bursátiles del Viejo Continente, en especial de las economías más amenazadas por la crisis de deuda.

Los analistas creen que el acercamiento de posiciones para lograr acuerdos a ambos lados del Atlántico tiene su respuesta inmediata en los mercados. Una respuesta que sólo podrá confirmarse con el anuncio de pactos definitivos y sólidos en ambos casos, algo que parece cada vez más probable y cercano con el objetivo de zanjar la especulación de algunos operadores y la presión de las casas de ‘rating’, tan criticadas en las últimas semanas.

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