Una de las primeras medidas de Fernando Franco como nuevo presidente de Paraguay, ha sido relevar al director de la mayor central hidroeléctrica del mundo, Itaipú, Efraín Enríquez. En su lugar ha puesto al ingeniero Francklin Boccia con el fin de controlar una de las mayores fuentes de ingresos del país latinoamericano. Una de las primeras medidas de Fernando Franco como nuevo presidente de Paraguay, ha sido relevar al director de la mayor central hidroeléctrica del mundo, Itaipú, Efraín Enríquez. En su lugar ha puesto al ingeniero Francklin Boccia con el fin de controlar una de las mayores fuentes de ingresos del país latinoamericano.
En los últimos días han aparecido en los medios paraguayos una polémica relacionada con el dinero que generaba la central hidroeléctrica. Según los adversarios de Fernando Lugo, el presidente saliente estaba financiando el desplazamiento de campesinos que acudieron a la capital para mostrar su apoyo a su persona.
En los últimos días la tensión ha aumentado bastante por el juicio político al que ha sido sometido el ex obispo Lugo y que ha puesto a Franco en el poder. Diversos grupos afines al político y ex clérigo de izquierdas, han tomado las calles del país para manifestarse en contra de la decisión parlamentaria de deponerle de su puesto.
Además, los líderes de Latinoamérica han seguido muy de cerca este proceso. A pesar de ser un movimiento político recogido por la constitución, el bloque económico de Mercosur, al cual pertenece Paraguay, ha decidido suspender temporalmente la presencia de representantes del país en sus reuniones.
Sin embargo, tanto Mercosur, tanto algunos líderes como Cristina F. de Kirchner o Hugo Chávez, rechazan este cambio repentino de gobierno y lo tachan de “golpe de Estado”.
